Fabio Michael Zambrano Pincay, un niño de 4 años con discapacidad, sigue internado en el Hospital de Especialidades Portoviejo (HEP), esperando una operación urgente. Su madre, María Pincay, denuncia la falta de atención y recursos necesarios para salvar la vida de su hijo, quien fue víctima colateral de un atentado criminal.
Los días se alargan y la angustia crece para los familiares de Fabio Zambrano de 4 años, quien tiene discapacidad y fue víctima colateral de un atentado criminal el pasado sábado en la ciudadela Los Tamarindos, en Portoviejo. Desde entonces, el pequeño ha permanecido internado en el HEP, a la espera de una operación urgente que salvaría su vida.
La situación es desesperante, ya que las autoridades de salud pública y privada le están negando el acceso a un médico maxilofacial pediátrico que pueda realizar la intervención, aseguró su madre María Pincay.
María Pincay Alcívar, no ha dejado de luchar por la salud de su hijo. Según cuenta, Fabio necesita una operación con urgencia, pero no ha recibido la atención adecuada. “Mi hijo está luchando por vivir, y lo único que pido es que lo dejen ser operado. Él necesita esta intervención para que le recosntruyan la mandíbula y así poder mejorar su calidad de vida y regresar junto a su familia”, expresó la madre entre lágrimas.
Sin insumos para la operación del niño herido en atentado
La situación se complica aún más, ya que, según Pincay, los insumos necesarios para la operación no están disponibles en el hospital público. La familia no ha podido acceder a la atención adecuada, y el sistema de salud no ha logrado derivar al niño a una clínica donde los insumos estén garantizados. “Los insumos son insuficientes. Nos dicen que no hay nada disponible para la operación, y ni el sistema público de salud ha sido capaz de derivarlo a un centro especializado”, lamentó la madre.
El problema se agrava aún más cuando, según la madre, en una clínica privada le solicitaron 30.000 dólares para poder realizar la operación. María Pincay, una mujer de escasos recursos económicos, no tiene cómo cubrir esa cifra y teme por la vida de su hijo. “Es una cantidad que no puedo ni imaginar. Vivo en una situación económica muy difícil, y todo lo que quiero es salvar la vida de mi hijo”, añadió, visiblemente afectada por la situación.
El niño, además de las heridas causadas por el atentado, sufre de ataques de convulsiones, lo que hace aún más urgente la operación. “Cada día que pasa sin respuesta es una agonía para él y para nosotros. Necesitamos ayuda, y no sabemos a quién más recurrir”, finalizó María Pincay.
La familia de Fabio hace un llamado a las autoridades locales y a la ciudadanía para que se solidaricen con su situación y apoyen la pronta operación del niño quien fue víctima colateral de un atentado criminal.