Los ejercicios isométricos se perfilan como una solución efectiva para reducir la hipertensión, según estudios recientes. Este método simple podría revolucionar el cuidado cardiovascular.
Un estudio publicado en la revista médica Journal of Hypertension ha puesto en el foco a los ejercicios isométricos como una herramienta para controlar la presión arterial. Este tipo de entrenamiento, que implica mantener una contracción muscular sin movimiento, ha mostrado reducciones en la presión sistólica y diastólica tras su práctica regular.
Los investigadores señalan que los ejercicios isométricos mejoran la función de los vasos sanguíneos y regulan el sistema nervioso autónomo, lo que los convierte en una opción atractiva para quienes buscan alternativas naturales.
Ejercicios isométricos ideales y cómo realizarlos

La simplicidad de los ejercicios isométricos es uno de sus mayores atractivos. Sesiones cortas de 5 a 10 minutos, tres veces por semana, son suficientes para ver resultados, especialmente en pacientes con hipertensión leve a moderada.
Entre los ejercicios isométricos más recomendados están la plancha (mantener el cuerpo recto apoyado en antebrazos y puntas de los pies durante 20-60 segundos), el agarre de manos (apretar una pelota o toalla con fuerza por 1-2 minutos) y la contracción de piernas (presionar contra una pared o silla sin mover las articulaciones por 30 segundos).
Estos movimientos, fáciles de ejecutar en casa, deben realizarse con respiración controlada para evitar picos de presión.
No sustituyen la medicación ni los cambios en el estilo de vida
Y aunque los ejercicios isométricos son prometedores, no sustituyen la medicación ni los cambios en el estilo de vida prescritos por un médico. Expertos advierten que personas con hipertensión severa o problemas cardíacos deben consultar a un especialista antes de comenzar, ya que la tensión sostenida no es adecuada en todos los casos.
La clave está en personalizar el enfoque para garantizar seguridad y eficacia.
Elías Sánchez.