El brutal ataque a balas en una vivienda de la ciudadela Fátima cobró una vida. La víctima, identificada como Jarel Vélez, de 21 años de edad, falleció en el hospital Verdi Cevallos, de Portoviejo.
Las otras dos personas heridas, una mujer adulta y una bebé de siete meses de edad continúan hospitalizadas. Según se conoció, el estado de la menor de edad es grave. Ambas fueron alcanzadas por los disparos que propinaron varios sujetos armados que irrumpieron en su vivienda cerca de la medianoche del luns 18 de marzo.
La Policía Nacional aún no ha dado detalles de las circunstancias del atentado, pero los vecinos de la calle San Agustín, donde ocurrió el hecho violento, dijeron haber escuchado varias detonaciones de armas de fuego.
Tras escuchar el cese de los tiros, algunos de ellos salieron temerosos de sus viviendas para averiguar lo que había ocurrido. Entonces descubrieron a una mujer y a una bebé heridas en el interior de una casa. Ambas fueron llevadas a una casa salud, mientras que, de la otra persona baleada no se supo mayor cosa.
Hallaron varios casquillos de bala dentro de la casa
Personal de Criminalística de la Policía Nacional llegó al lugar para recabar evidencias. Dentro del inmueble se hallaron varios casquillos, lo que confirmaría la hipótesis de que los sicarios ingresaron a la casa y dispararon.
Minutos después, mientras los uniformados inspeccionaban la escena del ataque armado, se conoció la identidad de la otra persona herida y su posterior deceso. En cuanto a la adulta que permanece en una casa de salud, se conoció que fue identificada como Génesis G.. Sin embargo, se desconoce si hay algún vínculo familiar con la víctima mortal, Jarel Vélez, o con la bebé de 7 meses que se encuentra grave.
Este hecho violento ocurrió un mes después del crimen de Junio Plúa Sornoza, de 28 años de edad, también en la ciudadela Fátima. El hombre conducía una motocicleta por la calle 21 de Noviembre cuando le dispararon.
Una familia murió sepultada por un deslizamiento de tierra en lugar del ataque sicario
Ambos ataques armados ocurrieron en un sector donde aún se respira el miedo a los deslizamientos de tierra y se llora a una familia de cuatro personas que murieron sepultadas en su propia casa.
La desgracia ocurrió el 17 de febrero en la parte de la calle San Agustín, de la ciudadela Fátima. La familia Vinces Marcillo, integrada por los padres, Williams y Kattty, y sus dos hijas pequeñas, dormían en una habitación cuando un deslizamiento de tierra segó sus vidas.
La casa donde murieron está a pocos metros donde los sicarios se metieron a disparar, dejando un muerto y dos personas heridas, entre ellas una bebé.