Cada temporada invernal se ha convertido en una especie de prueba de fuego para Portoviejo, debido al riesgo de inundación y deslizamiento.
La actual empezó hace poco más de un mes y ya registra cuatro fallecidos, cuantiosos daños en cultivos y más de 2 mil familias, entre afectadas y damnificadas. Esto convierte a Portoviejo, hasta ahora, en la ciudad más golpeada de Manabí.
Los registros del Inamhi dan cuenta de que en febrero Portoviejo soportó un 51% más de lluvia que el promedio histórico. Sin embargo, son factores como la deforestación y asentamientos irregulares los que han disparado el riesgo de inundación y deslizamientos.
Así lo señala Williams Méndez, geólogo y docente de la Universidad Técnica de Manabí (UTM), quien advirtió que el panorama podría agravarse en marzo y abril, meses históricamente lluviosos. El exceso de agua podría pasar una alta factura al suelo arcilloso de las colinas y riberas de Portoviejo.
Casi 80 hectáreas afectadas por la deforestación
El catedrático explicó que en las últimas décadas, la intervención humana ha sido tal en la cuenca del río Portoviejo, que el suelo está cada vez más expuesto. Recordó que la intensa deforestación para uso agrícola y de vivienda es un problema que lleva décadas. Esto ha creado un desequilibrio en los procesos hidrológicos y volviendo los suelos más sensibles a la energía cinética de las lluvias.
“Una vez eliminada la cobertura natural, el impacto activa procesos erosivos y de arrastre de sedimentos”, señala el experto. Ante este panorama, el nivel de vulnerabilidad es cada vez mayor, señala Roberto Briones, director de Riesgos y Sostenibilidad Ambiental del Municipio de Portoviejo. En el 2023, un informe de la entidad contabilizó un total de 5.868 familias expuestas a deslizamientos e inundaciones en las parroquias urbanas y rurales del cantón. Sin embargo, tras dos años de deterioro ambiental, asegura que el número es mayor, aunque no precisó la cifra.
El 2024 fue el año más crítico, pues la tala de árboles y quema en las colinas aumentó a 80 las hectáreas afectadas en toda la ciudad. La más golpeada fue la zona rural, donde coincidentemente ha bajado gran cantidad de palizada y sedimento desde las zonas altas, arrasando con todo a su paso. “Estamos en respuesta y recuperación, pero necesitamos sanciones del Ministerio del Ambiente y conciencia ciudadana”, insistió Briones.
¿Es posible recuperar el suelo?
Méndez propone soluciones basadas en la naturaleza, como reforestar y respetar las planicies aluviales reguladas por ley. “Hay experiencias mundiales que amortiguan efectos posteriores, pero requiere planificación y conciencia comunitaria”, afirma. Sin embargo, reconoce que el cambio climático y la ocupación indebida del suelo complican la recuperación.
Ante este escenario, el geólogo señala que urge cumplir la cartografía de amenazas naturales para evitar asentamientos en zonas de riesgo. Al respecto, Briones recordó que, si bien la competencia del suelo en el área urbana le corresponde al municipio, en el área rural también deben intervenir otras entidades, como el Ministerio de Ambiente y Prefectura de Manabí.
De momento, el Municipio de Portoviejo ha identificado al menos 30 hectáreas que podrían ser declaradas como zonas de riesgo inhabitables. Estas áreas están en la ciudadela Fátima, Subidita al Cielo, El Florón y Che Guevara, de donde se prevé reubicar a 487 familias debido al peligro de deslizamiento.
Yuliana Marín