Millones de migrantes recurren a la “tarjeta roja” para conocer más sobre sus derechos e intentar detener deportaciones.
Tras el anuncio y puesta en marcha de las deportaciones masivas promovidas por el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, muchos migrantes se muestran interesados por tener la denominada “tarjeta roja“. Pero, ¿por qué desean tener la “tarjeta roja“? La respuesta está en que millones de inmigrantes desconocen que, pese a permanecer de manera irregular en Estados Unidos, también poseen derechos.
En este contexto, la tarjeta roja, aunque no constituye en documento oficial con sustento legal, sí representa un soporte para que los inmigrantes recuerden sus derechos. Ante la incertidumbre de la comunidad migrante, muchas organizaciones proderechos promueven el porte de este elemento.
Las deportaciones han provocado que ciudadanos de diferentes nacionalidades, principalmente procedente de Latinoamérica, intenten evadir a las brigadas de deportaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés). Este ente se encarga de realizar patrullajes, interceptar a los inmigrantes e iniciar con el proceso de deportación.
¿Qué es la “tarjeta roja” y cómo se la usa?
Aunque el término “tarjeta roja” no es nuevo, entre el 2023 y el 2025 ha tenido mayor notoriedad, sobre todo después del triunfo del republicano Trump. El primer mandatario impuso por las estrictas medidas migratorias, las cuales promovía desde su candidatura.
Carlos Eduardo Ospina, abogado uruguayo-estadounidense, aclara que la información de la “tarjeta roja” puede ser muy valiosa para los migrantes. En estas se puede lee que, ante el pedido de abrir la puerta de casas, ellos tienen el derecho de decidir qué hacer. Además, los inmigrantes no están obligados a responder preguntas. Sin embargo, esta


“Nuestras Tarjetas Rojas ayudan a los inmigrantes ejercer esos derechos y protegerse en muchas situaciones, como cuando agentes de inmigración visitan nuestras viviendas”, explica el Centro de Recursos Legales para Inmigrantes.
Aunque algunos migrantes de nacionalidades como ecuatoriana, venezolana, peruana y otras de Sur América desean permanecer en este país, hay quienes ya desean retornar a sus naciones. Tal es el caso de una ecuatoriana, quien optó por presentarse voluntariamente para que la deporten. La mujer acudió con sus dos hijos a una oficina del ICE, pero le dijeron que regrese a donde residía. Según contó la migrante, agentes le manifestaron que no había disponibilidad para pasajes de avión gratis.
Desde las elecciones, el Centro de Recursos Legales para Inmigrantes, con sede en San Francisco, ha recibido pedidos de unos nueve millones de tarjetas. Esta cifra representa que que se ha solicitado más que en los 17 años anteriores juntos, según recoge el New York Time.
De acuerdo a información oficial, 31.252 tienen orden de deportación. Desde el inicio del proceso de deportaciones, más de mil han retornado contra su voluntad. Cinthya Chanatasig Solórzano.