Un equipo de investigadores coordinado por la Universidad CEU San Pablo demostró que una infección por gripe en cerdos provoca “importantes cambios” en la microbiota pulmonar, además de aumentar la presencia de bacterias “potencialmente patógenas” y la diversidad de géneros bacterianos, en comparación con animales sanos.
Los resultados del estudio, publicado en la revista ‘Frontiers in Cellular and Infection Microbiology’, advierten sobre los riesgos de complicaciones bacterianas secundarias, más allá de las bacterias más comunes que causan neumonías respiratorias asociadas a infecciones gripales.
¿Cómo afecta la gripe a los humanos?
La aparición de estos patógenos oportunistas tras la infección viral también supondría una complicación del curso clínico y la recuperación en los humanos, lo que contribuye a explicar cómo las complicaciones asociadas a la gripe pueden dar lugar a infecciones y neumonías bacterianas secundarias.
“Una mejor comprensión de como la infección por gripe debilita el sistema inmunitario y favorece infecciones bacterianas posteriores puede permitir el desarrollo y optimización de los tratamientos”, afirmó el científico del Laboratorio de Referencia e Investigación en Inmunología del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III, Jordi Cano Ochando.
El primer autor del estudio, Javier Arranz-Herrero, explicó que esto ayuda a comprender la complejidad de la microbiota en las infecciones respiratorias.
Estos resultados abren la puerta a estudios similares en humanos y a posibles aplicaciones diagnósticas y terapéuticas. Además, permitiría anticipar complicaciones asociadas a la gripe y otras enfermedades respiratorias causadas por virus.
Diversidad bacteriana en los pulmones podría influir
“En la actualidad, el diagnóstico microbiológico y el tratamiento de las infecciones se centra en encontrar el virus causante de la infección gripal y en caso de una neumonía bacteriana posterior, la bacteria responsable de la complicación”, añadió Arranz-Herrero.
Los autores del estudio resaltaron que las bacterias causantes de las neumonías no solo vienen del exterior. Sino, que el sistema respiratorio está colonizado por multitud de bacterias, y que algunas se aprovechan de la infección gripal para replicarse y complicar el cuadro clínico.
Aunque se han observado las bacterias oportunistas más comunes en estas infecciones en cerdos, también se ha descubierto que hay una gran diversidad bacteriana que acompaña a las que comúnmente son diagnosticadas, y cuyo papel aún no se conoce al completo.
Los científicos también señalaron su desconocimiento sobre cómo puede determinar el desarrollo de la enfermedad, tanto en infecciones virales en las que se desarrolla una neumonía bacteriana posterior como en aquellos donde no se produce, y el tratamiento antibiótico no termina de dar soluciones.
Así se realizó el estudio sobre la gripe en cerdos
El trabajo se realizó con muestras de necropsias de pulmones de 53 cerdos infectados y 39 sanos de distintas regiones españolas. Además, los científicos usaron tecnología de secuenciación de tercera generación de nanoporos. Esto aportó un método “rápido y práctico” para diagnosticar modificaciones en la microbiota respiratoria.
La importancia de analizar la microbiota pulmonar de los cerdos radica en que su desarrollo gripal es “similar” al de los humanos. Además, el cerdo está considerado como un importante reservorio y ‘mezclador genético’ de virus gripales con potencial pandémico. Así se evidenció en la pandemia H1N1 de 2009.
La gripe y su facilidad de transmisión
La gripe, o influenza, es una enfermedad viral respiratoria causada por el virus de la influenza. Afecta principalmente la nariz, garganta y, en algunos casos, los pulmones. Se caracteriza por síntomas como fiebre, tos, dolor de garganta, dolores musculares, fatiga y, a veces, complicaciones graves como neumonía.
Se contagia principalmente por gotículas respiratorias que se liberan al hablar, toser o estornudar, cuando una persona infectada las expulsa al aire. Estas gotículas pueden inhalarse por otras personas cercanas o depositarse en superficies, propagándose al tocarlas.
El contagio es más común en lugares concurridos y durante la temporada de influenza. Para prevenirla, se recomienda lavado de manos, uso de mascarillas en espacios cerrados y la vacunación anual contra la influenza.