Un tribunal de garantías penales de Quito condenó a Israel T., a ocho años de prisión por el intento de femicidio contra su expareja, Adriana R. El crimen ocurrió el 1 de enero de 2024 en un parqueadero de la capital. La víctima, una cantante, sobrevivió al ataque con arma blanca gracias a la rápida intervención de una vecina y atención médica oportuna.
En un fallo que refuerza la lucha contra la violencia de género en Ecuador. El Tribunal de Garantías Penales de Pichincha sentenció a Israel T., a ocho años de prisión por el delito de femicidio en grado de tentativa contra Adriana R., su expareja, una cantante de una orquesta local. El ataque ocurrió la madrugada del 1 de enero de 2024, en el parqueadero del domicilio de la víctima, ubicado en Quito.
Según la Fiscalía, el agresor aprovechó un momento de vulnerabilidad para atacarla con un arma blanca. Esto le causó siete heridas cortantes, deslizantes y penetrantes, una de las cuales alcanzó el tórax, poniendo en riesgo su vida en un intento de femicidio.
Intento de femicidio
El incidente se desencadenó cuando Adriana R., tras finalizar un espectáculo musical por las festividades de Año Nuevo, escuchó un ruido en el parqueadero de su hogar y decidió investigar. En ese momento, Israel T., la atacó, pero los gritos de auxilio de la víctima alertaron a una vecina, quien intervino. La oportuna atención médica en un centro de salud de la capital permitió salvar la vida de la cantante. Ella denunció al agresor por femicidio ante las autoridades.
Además, se tomaron versiones de familiares y allegados, quienes confirmaron un historial de violencia de género en la relación entre la víctimas y el procesado. Todo como prueba del intento de femicidio.
Elemento clave en el juicio
La pericia de contexto de género se convirtió en un elemento clave. Esta determinó que Adriana R., sufría violencia basada en estereotipos relacionados con su profesión como cantante. La experticia reveló una relación de poder ejercida por Israel T., sobre la víctima. Esta se caracterizaba por control y agresiones previas durante su convivencia. Estos antecedentes, sumados a la gravedad de las heridas –que pudieron haber sido fatales sin intervención médica–, permitieron a la Fiscalía formular cargos por femicidio en grado de tentativa.