A Jonathan G., pastor de una iglesia, lo condenaron a 29 años y tres meses de prisión por la violación repetitiva de un adolescente de 13 años. La Fsicalía informó que el delito ocurrió entre septiembre de 2021 y 2022, utilizando manipulación religiosa y amenazas para someter a la víctima.
El Tribunal de Garantías Penales de Manta dictó una pena de 29 años y tres meses de prisión contra Jonathan G., un pastor evangélico. A él lo declararon culpable de violar a un adolescente de 13 años. La decisión, anunciada el 5 de junio de 2025, se basó en pruebas presentadas por la Fiscalía. Durante la audiencia de juicio, que evidenciaron la materialidad del delito y la responsabilidad del procesado.
La investigación comenzó el 13 de septiembre de 2022, tras la denuncia de la madre de la víctima. Ella reveló que su hijo sufrió agresiones sexuales durante un año por parte del pastor de la iglesia evangélica a la que asistían. Según el relato, el agresor manipuló las creencias religiosas del menor, afirmando que tenía una “influencia demoníaca” para justificar los abusos. Además, empleó amenazas, advirtiendo al adolescente que, de no someterse, su hermano menor sufriría las mismas agresiones.
La investigación policial
Tras las primeras diligencias, la Fiscalía recopiló suficientes elementos para formular cargos contra el pastor Jonathan G., quien permaneció prófugo hasta inicios de 2025, cuando lo capturaron en Quito. La detención permitió avanzar con el proceso judicial, culminando en la audiencia de juicio donde se presentaron pruebas clave que confirmaron la culpabilidad del acusado.
La Fiscalía presentó un conjunto de pruebas que demostraron la gravedad del delito. Entre los elementos destacaron la pericia médico-legal, que confirmó las agresiones físicas sufridas por la víctima, y la valoración psicológica. Esto evidenció un profundo impacto emocional en el adolescente. Estas pruebas fueron respaldadas por el testimonio anticipado del menor, quien describió con claridad los episodios de abuso y señaló al pastor como el agresor.
El testimonio de la madre se convirtió en otro pilar fundamental en el caso, al corroborar los cambios en el comportamiento del menor y las circunstancias que llevaron a la denuncia. Además, un informe de reconocimiento del lugar de los hechos. Esto permitió reconstruir el contexto en el que ocurrieron los abusos, realizados por el pastor en el entorno de la iglesia evangélica. Estos medios probatorios, valorados por el tribunal, sustentaron la sentencia con la pena máxima establecida por el delito de violación.
Contexto de la violencia sexual en Ecuador
Según datos del Ministerio de Gobierno, en 2024 se registraron 2.104 casos de delitos sexuales contra menores de edad a nivel nacional, de los cuales el 18% ocurrió en la provincia de Manabí. Este caso, ocurrido en Manta, resalta la vulnerabilidad de los menores en entornos que deberían ser seguros, como instituciones religiosas, algunas guiadas por pastores.
Casos similares han generado alarma en el país. En 2023, un informe de la Defensoría del Pueblo reveló que el 12% de los casos de abuso sexual a menores involucraban a figuras de autoridad. Entre ellos docentes o líderes religiosos, lo que subraya la importancia de fortalecer los mecanismos de prevención y denuncia en estos entornos. En Manabí, la Fiscalía ha priorizado la atención a víctimas de violencia sexual, implementando el programa “Cero Impunidad”. (27)