Tito Arquímides Macías Cevallos (65) es reconocido en Manta por su aporte a la música y a la formación de nuevos artistas.
Nació en Guayaquil, donde su padre fue director musical de la disquera J.D. Feraud Guzmán, pero a los 7 años llegó a Manta, ciudad que considera su hogar. Admite que el amor por la música corre por sus venas gracias a su padre, quien fue músico y compositor.
Los inicios en la música
Tito comenzó a cantar a los 8 años, cuando estudiaba en el colegio San José, participando en las tradicionales veladas motivado por su madre. A los 10 años ya tenía un programa en el canal 4 de Manta, gracias al apoyo de Pedro Vincent. El programa, transmitido los miércoles, se llamaba ‘Ritmo y Alegría con los Hermanos Macías’ y era gestionado por el canal, contando siempre con un artista invitado.
Poco después, junto a varios amigos, formó el grupo musical Happy Boys, integrado por Hernán Rodríguez, Jorge Luis Alarcón y Jesús Macías. “Fue ese grupo el que nos permitió ganar experiencia colectiva, gracias a la ayuda de Ángel Romero, director y propietario de la orquesta Los Jockers”, recuerda.
En esa época, las presentaciones se realizaban en lugares como Bongo Bar, La Tebaida y Caleta Bar, ubicados cerca de la playa El Murciélago.
Un sueño dio paso a otro. Tito Macías se convirtió en el principal formador de cantantes en Manta. Aunque sus planes iniciales eran ser médico, nunca imaginó dedicarse a la enseñanza. Esta oportunidad surgió cuando un hermano le propuso reemplazar a una maestra en la cátedra de música. “Mi primera clase fue una odisea porque no tenía formación pedagógica para hacerlo”, confiesa. Fue en la escuela Humberto Moya.
Finalmente, abandonó la idea de estudiar Medicina y optó por Ciencias de la Educación. Desde entonces ha formado a cientos de niños en el ámbito musical.