¿Qué es la temporada de huracanes?
La temporada de huracanes es el período anual en el que las condiciones oceánicas y atmosféricas favorecen la formación de ciclones tropicales. Esta incluye depresiones tropicales (vientos inferiores a 63 km/h), tormentas tropicales (vientos de 63 a 118 km/h) y huracanes (vientos de 119 km/h o más).
En el Atlántico, esta temporada abarca oficialmente del 1 de junio al 30 de noviembre, con un pico de actividad entre agosto y octubre. Estos fenómenos se alimentan de aguas cálidas (superiores a 26.5°C), baja cizalladura del viento (una condición atmosférica en la que la velocidad y/o la dirección del viento cambian poco con la altura en la atmósfera) y alta humedad. Esto puede causar daños devastadores por vientos, lluvias intensas, marejadas ciclónicas e inundaciones.
¿Qué es una tormenta con nombre?
Una tormenta con nombre es un ciclón tropical que alcanza la categoría de tormenta tropical, lo que significa que tiene vientos sostenidos de entre 63 y 118 km/h (39-73 mph). En este punto, el sistema recibe un nombre predefinido de una lista oficial gestionada por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). En el caso del Atlántico, supervisada por el Centro Nacional de Huracanes (NHC). El nombre se asigna para facilitar la identificación y comunicación sobre la tormenta, especialmente en alertas y pronósticos.
En comparación, entre 2005 y 2014, solo tres temporadas registraron tormentas antes del 1 de junio. Por otra parte, en las últimas diez temporadas (2015-2024), siete tuvieron actividad pre-temporada, lo que refleja un cambio significativo en los patrones climáticos.
Una temporada por encima del promedio en el 2025
Los principales centros de predicción coinciden en que la temporada de 2025 será más intensa que el promedio histórico (1991-2020: 14.4 tormentas con nombre, 7.2 huracanes y 3.2 huracanes mayores).
La Universidad Estatal de Colorado (CSU) prevé 17 tormentas con nombre, 9 huracanes y 4 huracanes mayores (categoría 3 o superior, vientos ≥178 km/h). Estima un índice de Energía Ciclónica Acumulada (ACE) de 155, un 26% por encima del promedio (123). La probabilidad de que un huracán mayor toque tierra en EE.UU. es del 51%, frente al 43% histórico.
Otras predicciones
The Weather Company y Atmospheric G2 pronostica 19 tormentas con nombre, 9 huracanes y 4 huracanes mayores, con mayor riesgo de impactos en Texas, Luisiana, Florida y las Carolinas.
Tropical Storm Risk (TSR) estima 14 tormentas con nombre, 7 huracanes y 3 huracanes mayores, con un ACE de 129, ligeramente por encima del promedio.
La Universidad Estatal de Carolina del Norte (NCSU): Predice 12-15 tormentas con nombre, 6-8 huracanes y 2-3 huracanes mayores, con 1-3 tormentas en el Golfo de México.
El Servicio Meteorológico Nacional de México (SMN): Anticipa 13-17 tormentas con nombre, 6-8 huracanes y 3-4 huracanes mayores, con hasta 5 posibles impactos en México.
¿Por qué podría empezar antes la temporada de huracanes?
Aunque la temporada inicia oficialmente el 1 de junio, las condiciones actuales sugieren que las tormentas podrían formarse antes. Posiblemente a partir del 15 de mayo, fecha en que el Centro Nacional de Huracanes (NHC) comienza a emitir pronósticos regulares desde 2021.
Esto ocurriría porque en mayo de 2025, las aguas del Caribe occidental alcanzan temperaturas propias de finales de junio o julio. Esas temperaturas están cercanas a los 26.5-28°C necesarios para la formación de ciclones. Estas aguas cálidas proporcionan la energía térmica que impulsa las tormentas.
Otros indicadores que llaman la atención
Además, los analistas creen que la baja cizalladura del viento y la alta humedad en el Caribe y el Golfo de México favorecen el desarrollo temprano de tormentas.
Paralelamente, la transición de la actual La Niña a condiciones neutrales o una La Niña débil para el verano reduce la cizalladura del viento. Esto facilita la formación de ciclones. La ausencia de un El Niño fuerte, que suele suprimir la actividad, también juega un papel clave.
Impactos y riesgos de huracanes en el 2025
La temporada de 2025 representa un riesgo elevado para regiones vulnerables. En EE.UU., la costa del Golfo (Texas, Luisiana, Florida) y las Carolinas enfrentan una probabilidad del 33% y 26% de impacto de huracán, respectivamente, según CSU.
En el Caribe y México, las aguas cálidas aumentan la probabilidad de huracanes intensos, con México anticipando hasta cinco impactos directos, según la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). Un solo huracán que toque tierra puede causar daños multimillonarios, como se vio en 2024 con el huracán Helene.
Factores adicionales y limitaciones
Las Ondas tropicales africanas responsables del 85% de los huracanes mayores en el Atlántico, su actividad dependerá de las condiciones en la Región de Desarrollo Principal (MDR), donde las SST son más cercanas al promedio en 2025.
Hay incertidumbre frente a la temporada de huracanes
Los pronósticos de abril y mayo tienen una precisión limitada (0-4% para TSR) debido a posibles cambios en las condiciones de El Niño/La Niña y las SST antes del pico de la temporada (agosto-octubre).