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La educación financiera es indispensable para los más pequeños, para conseguir un futuro económico favorable.

Las vacaciones, fines de semana y tiempos libres representan una gran oportunidad para enseñar a los niños sobre finanzas personales. Esto porque se los puede involucrar en actividades divertidas que les permitan tomar decisiones sobre la gestión del dinero.

Además, la ausencia de responsabilidades escolares permite que los pequeños se concentren mejor en el aprendizaje de conceptos claves de la economía.

La educación financiera en los más pequeños

La especialista del Programa de Educación Financiera de Produbanco, Evelin Uquillas, señala que la educación financiera debe iniciar desde edad temprana.

“Si le explicamos a los más pequeños de dónde vienen los ingresos y a dónde van los gastos de la casa, empezarán a entender cómo se administra el dinero e incluso ahorrar”, asegura.

Este proceso tiene que ser divertido, incluyendo actividades lúdicas y compartiendo tiempo de calidad.

Por ello comparte tres claves para que niños y adolescentes aprendan educación financiera y la integren a sus hábitos.

incluirlos en actividades. Aprovechando el tiempo libre que tienen en vacaciones, una buena idea es llevar a los niños a realizar las compras del hogar, ya sea a un supermercado, mercados tradicionales, tiendas de barrios, según se decida.

“Con esta actividad podemos enseñarles varios conceptos, como la importancia de tener un presupuesto al momento de comprar, de adquirir únicamente lo necesario, e incluso a cuidar el medios ambiente al llevar nuestra propia bolsa reutilizable”, explica la asesora.

Fomentar el ahorro

Además de ser una actividad entretenida, es muy útil entregar una pequeña cantidad de dinero cada cierto tiempo a los niños, lo que se conoce como mesada.

Con ella podrán administrar compras de snacks, juguetes o salidas de diversión, lo que los hará familiarizarse con términos esenciales como gastos, ingresos, ahorros e inversiones.

Uquillas recomienda definir un presupuesto fijo de paga y preferiblemente en efectivo, “en lugar de darle billetes de $5 cada semana, darles uno de $20 para que entiendan cuánto cuesta ganarlo”, detalla.

De esta manera, entenderán que si lo gastan todo, no podrán comprar nada hasta el próximo aporte.

ahorrar. Como último punto clave, y quizá el más importante, está el de fomentar el ahorro.

La especialista aconseja iniciar con una alcancía, “ahora que tienen tiempo libre, la pueden elaborar ellos mismos”. Y a partir de ahí, ayudarlos a ahorrar y establecer una meta.

Otra manera de enseñarles este hábito es iniciar con el ahorro de luz, agua, combustible, lo cual, además de tener beneficios económicos, tiene aportes medioambientales.