Un taller sobre vigilancia médica basada en eventos se desarrolló en Portoviejo, Manabí, con la participación de equipos técnicos de la Zona 4 del Ministerio de Salud Pública (MSP). El objetivo fue reforzar estrategias comunitarias de detección temprana de eventos que puedan representar riesgos para la salud pública, en especial ante enfermedades como dengue, COVID-19 o intoxicaciones alimentarias.
Red comunitaria para anticipar riesgos
La vigilancia basada en eventos es una metodología implementada por el MSP desde 2023. Esta estrategia se aplicó en provincias como Manabí, Imbabura, El Oro y Tungurahua. En Portoviejo, se aplica en los centros de salud Andrés de Vera y Calderón. Debido a que donde se ha capacitado a vigilantes comunitarios para detectar síntomas y reportar señales tempranas de enfermedades en sus barrios.
La doctora Mónica Escobar, de la Dirección Nacional de Vigilancia Epidemiológica, explicó que esta estrategia busca crear una red de notificación voluntaria que permita identificar eventos como virus respiratorios, enfermedades transmitidas por agua o alimentos, o problemas de exposición a tóxicos. “Esto permite una respuesta oportuna y evita muertes o casos graves”, recalcó.
Escobar añadió que esta metodología permite anticiparse a situaciones similares a las que generó el COVID-19 o la tosferina. La clave, según indicó, está en que la comunidad se involucre y notifique cualquier irregularidad en el entorno, como síntomas respiratorios o exposición a vectores.
Portoviejo como referente piloto de la vigilancia médica
La doctora Melba Morales, responsable zonal de vigilancia de salud pública de la Zona 4, destacó que Portoviejo fue uno de los cantones seleccionados. Esto, por ser representativo de contextos urbanos y rurales. En total, Andrés de Vera cuenta con 22 vigilantes comunitarios y Calderón con 16, quienes han estado activos pese a algunas dificultades logísticas.
Morales resaltó que este modelo busca fortalecer el vínculo entre la comunidad y las unidades de salud, generando alertas que lleguen de forma rápida y permitan actuar con eficiencia. “Es una forma de visibilizar el trabajo que puede hacer la comunidad para prevenir epidemias”, afirmó.
Durante el taller, se revisaron los lineamientos técnicos, se reforzó la capacitación al personal de salud y se planificó la reactivación de los vigilantes comunitarios. Además, se compartieron experiencias sobre cómo estas alertas tempranas han sido claves en la contención de posibles brotes en otras provincias.
De piloto a estrategia nacional
Aunque el proyecto empezó como un plan piloto, sus resultados han impulsado al MSP a convertirlo en una estrategia de alcance nacional. La intención es replicar el modelo en todas las parroquias y cantones, con el apoyo de líderes comunitarios capacitados para identificar señales de alarma en temas de salud.
“Lo más frecuente en Manabí son enfermedades transmitidas por vectores como el dengue o la fiebre amarilla, pero también estamos atentos a casos de leptospirosis o intoxicaciones”, puntualizó Escobar.
Esta metodología también contribuye a detectar enfermedades emergentes, que, sin una vigilancia oportuna, podrían evolucionar en epidemias. El objetivo a mediano plazo es integrar esta estrategia a la vigilancia comunitaria regular del MSP, con protocolos claros, formación continua y acompañamiento técnico.
Comunidad activa y capacitada en la vigilancia médica
El enfoque de esta vigilancia es proactivo y territorial, y se sustenta en la colaboración entre profesionales de la salud y actores comunitarios. Por ello, el taller de dos días incluyó sesiones con el personal sanitario y actividades con los vigilantes comunitarios, que se desarrollaron en Portoviejo.
Según Morales, uno de los retos ha sido mantener la continuidad de esta red comunitaria. Sin embargo, el MSP trabaja para reforzar el acompañamiento institucional, asegurar la capacitación constante y garantizar que las alertas lleguen a tiempo a las unidades de salud.
“Esta estrategia no solo es técnica, sino también social. Involucra al vecino, al líder barrial, al profesor o al comerciante, que muchas veces tiene la información clave antes que nadie”, enfatizó.