La Policía Nacional informó que un grupo delictivo vinculado a la organización Los Lobos resultó desarticulado tras trece meses de investigaciones. Diecisiete personas fueron detenidas en Los Ríos, Guayas y Shushufindi, mientras que tres hombres coordinaban las extorsiones y secuestros desde la cárcel de Cotopaxi.
Operaban desde la cárcel de Cotopaxi
De acuerdo con el coronel Galo Muñoz Robalino, de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (Dinased), los detenidos exigían entre 500 y 25 mil dólares a sus víctimas.
En casos de secuestro, el grupo criminal aplicaba métodos de tortura como amputar los dedos de los retenidos para presionar a sus familiares.
Las denuncias ciudadanas permitieron recopilar pruebas y rastrear las comunicaciones que partían desde la cárcel de Cotopaxi, mientras otros cómplices actuaban en territorio.
Extorsión masiva y víctimas afectadas
Según la Policía, la estructura criminal perjudicó a unas 100 personas en varias provincias, con pérdidas económicas estimadas en 150.000 dólares.
Los contactos de las víctimas eran obtenidos de forma ilícita para realizar llamadas intimidatorias o ejecutar secuestros exprés.
Entre los detenidos constan personas con antecedentes por extorsión, identificadas como Víctor Eduardo T. y Omar Farid O., además de otros quince procesados con roles logísticos y financieros.
Alias y cabecillas identificados
Las investigaciones revelaron que algunos de los principales líderes respondían a los alias “Gordo”, “Pincay” y “Mejí”, todos parte de Los Lobos.
El reporte policial confirmó que dos cabecillas, Diego Alejandro Carpio Serrano, alias “Gordo”, y Rubén Bernardo Carriel Castellanos, alias “El Viejo”, fallecieron en circunstancias violentas este 2025.
El operativo incluyó la intervención de unidades especializadas como el GOE, GIR, GEMA, UCM y UMO, que participaron en simultáneos allanamientos en Los Ríos y Guayas.
Contexto de la violencia carcelaria
La cárcel de Cotopaxi ha sido escenario recurrente de hechos violentos y foco de operaciones criminales a distancia.
En los últimos tres años, autoridades han detectado múltiples casos de llamadas de extorsión y coordinación de delitos desde centros penitenciarios.
La desarticulación de esta estructura representa un golpe contra Los Lobos, una de las organizaciones criminales más activas en el país. Sin embargo, las autoridades reconocen que la amenaza persiste y que se requieren medidas sostenidas para cortar la conexión entre las mafias y las cárceles. Mientras, la ciudadanía espera que se terminen estos delitos que afectan a la tranquilidad nacional (31).