Se cumplen cien días de la fallida propuesta de alto el fuego presentada a Rusia y Ucrania por el presidente de Estados Unido, Donald Trump, que ha visto cómo su cacareada promesa de poner fin a la guerra tan solo 24 horas después de regresar a la Casa Blanca se ha topado con la intransigencia del Kremlin.
“Han pasado exactamente cien días desde que Ucrania aceptó incondicionalmente la propuesta de paz de Estados Unidos de alto el fuego completo, poner fin a las matanzas y avanzar hacia un verdadero proceso de paz”, recordó este jueves 19 de junio en su cuenta de X el ministro ucraniano de Exteriores, Andri Sibiga.
Una propuesta de paz presentada en Arabia Saudí que incluía un alto el fuego provisional de 30 días que ninguna de las partes asumió para enfado de un Trump cuya vuelta puso en duda la unidad transatlántica con respecto al apoyo a Ucrania tras más de tres años de guerra.
¿Trump abandona a Ucrania?
Ucrania, a la que Trump había estado acusado no solo de prolongar el conflicto sino también de comenzarlo, se apresuró a aceptar sin condiciones la propuesta de Estados Unidos, con el recuerdo del áspero que el jefe de la Casa Blanca y los suyos dieron al presidente Volodimir Zelenski en el Despacho Oval, no así Rusia.
El Kremlin afirmó que toda propuesta debía tener en cuenta las “causas reales” de la guerra, desdeñó la autoridad de Kiev para negociar y condicionó cualquier acercamiento al fin de la movilización en Ucrania y del suministro de armas, incluido el intercambio de información, que sí incluía la propuesta de Trump.
Unas propuestas de máximos -entrega de los territorios ocupados, neutralidad de Ucrania en el tablero geopolítico, limitación de sus fuerzas armadas- que desde Occidente observan como una clara muestra de que el presidente ruso, Vladimir Putin, no busca la paz, sino subyugar a su vecino con vistas a una ofensiva militar en el futuro.
Continúan los ataques
Desde entonces, han continuado los ataques. Algunos de ellos causando importantes bajas entre la población civil, como los de esta semana sobre Kiev. En estos cien días en los que “Rusia ha intensificado el terror contra Ucrania”, según Sibiga, murieron como consecuencia de estos bombardeos más de 550 personas.
“Cien días de manipulaciones rusas y oportunidades perdidas para poner fin a la guerra”, lamentó el ministro de Exteriores. Insistió en que “Ucrania mantiene su compromiso con la paz”, a diferencia de Rusia “que sigue optando por la guerra, ignorando los esfuerzos de Estados Unidos por poner fin a la matanza”.
El único acuerdo por ahora es de índole humanitario, tras acelerarse en Estambul el intercambio de prisioneros de guerra y de miles de soldados caídos de uno y otro bando, si bien entre reproches y acusaciones, como la de que Rusia habría intentado incluir en estos canjes a los niños ucranianos trasladados a la fuerza.
Trump mira Israel y su guerra contra Irán
Después de este fiasco, Trump se ha ido desentendiendo poco a poco del conflicto a medida que ha ido cayendo en un callejón sin salida y que sus ojos están puestos ahora en Oriente Medio, donde amenaza con sumarse a los ataques de Israel contra Irán, para disgusto de Kiev que teme un abandono definitivo.
A pesar de su notorio enfado con Putin, Trump todavía se muestra reacio a sumarse a las sanciones que otros socios de Ucrania han estado lanzado en las últimas semanas, mientras en el Congreso de Estados Unidos continúa apalancado un ambicioso proyecto de ley con restricciones económicas a Moscú, a medida que el interés de Washington en política exterior se ha desviado a otras latitudes.
“Es hora de actuar ya y obligar a Rusia a la paz. Paz mediante la fuerza, el aumento de las sanciones y el fortalecimiento de las capacidades de Ucrania”, insistió el jefe de la diplomacia ucraniana.
Sin embargo, las posturas siguen estando muy alejadas. Ni Kiev ni Moscú parecen estar dispuestos a ceder en sus reclamaciones -tanto territoriales como de identidad-, y han apelado a cuestiones fundamentales que tienen que ver con su propia seguridad y razón de ser. Trump no dice nada.
