Wilson G., de 53 años, fue detenido esta semana en Santo Domingo por la Policía Nacional. Estaba sentenciado a 22 años de prisión por el delito de violación contra su hija menor, del que huyó antes de ser encarcelado.
Operativo en zona urbana permitió la captura de sentenciado por violación
La detención ocurrió en la avenida Tsáfiqui, en el cruce con la calle La Niña, luego de un trabajo de seguimiento realizado por la Unidad Nacional de Detención de Personas de Alta Peligrosidad (UNDP). Esta unidad, conocida como el Bloque de Búsqueda, actúa en casos de alta prioridad penal.
El operativo fue ejecutado sin incidentes. La Policía confirmó que se actuó con base en una boleta de captura vigente, emitida tras la sentencia judicial dictada en firme por un tribunal penal. Desde 2016, el hombre había permanecido prófugo, hasta que los agentes lograron ubicarlo tras un proceso investigativo discreto y sostenido.
Un caso que removió al sistema judicial
El delito por el que resultó condenado ocurrió entre 2013 y 2016, periodo durante el cual la víctima, una menor de edad, vivió bajo su custodia. Según el proceso judicial, fue en ese entorno familiar donde se produjeron los hechos que derivaron en la denuncia.
La víctima recibió atención médica especializada y fue clave en la apertura del caso. El sistema judicial determinó la culpabilidad del sujeto y ordenó su reclusión, que no se cumplió de inmediato debido a su fuga.
Sentenciado por violación: la justicia lo alcanzó tras casi una década
Tras la sentencia, el hombre desapareció, lo que activó su búsqueda a nivel nacional. Desde entonces, se lo consideró uno de los objetivos prioritarios del sistema de justicia penal en delitos de violencia sexual intrafamiliar.
La Policía Nacional celebró la captura como una señal de que ningún prófugo podrá evadir indefinidamente una condena impuesta. En un comunicado, las autoridades reafirmaron su compromiso con la lucha contra la violencia sexual infantil, especialmente cuando ocurre dentro del núcleo familiar.
Violencia sexual intrafamiliar: una problemática persistente
En Ecuador, el abuso sexual a menores es uno de los delitos con mayor subregistro. Se registran cientos de denuncias. En la mayoría de los casos, el agresor es parte del entorno cercano. Organismos como UNICEF advierten que muchas víctimas no denuncian por miedo, dependencia o presión familiar, lo que retrasa la atención institucional y dificulta el acceso a la justicia. La captura de este hombre pone nuevamente sobre la mesa la necesidad de fortalecer los sistemas de protección infantil, atención temprana y seguimiento judicial efectivo (31).