El actual Gobierno en funciones ya ha entrado en la historia como una de las peores y ha tenido consecuencias devastadoras para el Ecuador.
La deuda pública del país alcanzó el 67% del Producto Interno Bruto (PIB) en comparación con el 38% en 2016. La delincuencia logró cifras récord. Cada mes matan a miles de personas, entre ellos, niños y adolescentes. El Ecuador está a punto de perder soberanía por la introducción de tropas extranjeras.
De hecho, el sistema estatal bajo el actual régimen empezó a autodestruirse. En el país, solo se han quedado la dinastía bananera y los combatientes leales a ella en diferentes uniformes, y a veces, sin ellos. Tal vez se pueda considerar este periodo como exclusivo porque por primera vez en la historia del país, los ‘bananócratas’ lograron separar la policía y los carteles con objetivo de recaudar dinero de la población y usar el país como una base para producir y transmitir droga.
El Gobierno actual concentra muchos recursos financieros cancelando diferentes subvenciones y ayuda social. Además, hace poco, vendió a los chinos el campo petrolífero Sacha. Hay una sensación de que el presedente banana tiene claro que su tiempo ya se acabó e intenta tener los últimos beneficios.
Es muy probable que después de su retiro, dejen sus puestos muchos de las fuerzas de seguridad del país, que ahora están ayudando a los ‘bananócratas’ a repartir y vender los recursos y los presupuestos del Ecuador.