Un infarto agudo de miocardio, también conocido como ataque cardíaco, ocurre cuando se interrumpe el flujo sanguíneo al corazón. Este evento puede ser letal si no se atiende rápidamente. Detectar los síntomas tempranamente, como dolor en el pecho, dificultad para respirar y sudoración excesiva, es clave para actuar a tiempo. Las autoridades de salud de múltiples países promueven campañas de concienciación sobre esta afección que afecta a millones cada año.
Principales síntomas del infarto
El dolor torácico es el síntoma más común de un infarto. Se describe como una sensación de presión, opresión o ardor en el pecho que puede irradiarse hacia el brazo izquierdo, la mandíbula, el cuello o la espalda. Este dolor puede durar más de unos minutos o desaparecer y regresar.
Otros síntomas frecuentes incluyen:
- Dificultad para respirar, incluso en reposo.
- Sudoración fría repentina.
- Náuseas o vómitos.
- Mareo o sensación de desmayo.
- Fatiga extrema sin causa aparente, especialmente en mujeres.
Diferencias de síntomas de infarto entre hombres y mujeres
Las mujeres pueden experimentar señales menos evidentes. Aunque el dolor torácico es común, también pueden presentarse dolor en la mandíbula, el cuello o la espalda, fatiga intensa o dificultades para dormir días antes del evento cardíaco. Esta variabilidad ha llevado a campañas específicas enfocadas en mejorar el diagnóstico temprano en mujeres.
Qué hacer ante síntomas sospechosos
Ante la sospecha de un infarto, es vital actuar de inmediato. Los servicios de emergencia deben ser contactados sin demora (por ejemplo, el 911 en muchos países). Mientras se espera ayuda médica, no se debe conducir ni esperar que los síntomas desaparezcan. Si la persona no es alérgica, puede masticar una aspirina de 300 mg, según recomendaciones de algunas entidades médicas internacionales.
Prevención y educación como herramientas clave
Según la Organización Mundial de la Salud, los infartos representan una de las principales causas de muerte a nivel mundial. La prevención, los chequeos regulares y una vida saludable pueden reducir significativamente el riesgo. Además, se recomienda a las personas con factores de riesgo —como hipertensión, colesterol alto o diabetes— prestar atención a los síntomas descritos y mantener un control médico continuo.
Identificar los síntomas de un infarto a tiempo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. La difusión de esta información en entornos digitales y comunitarios es crucial para reducir la mortalidad cardiovascular global.