Netflix cambiará el sistema que utiliza para medir sus audiencias a partir de finales de este año, cuando comenzará a tener en cuenta el número de horas que los espectadores ven alguno de sus contenidos en lugar de contabilizar únicamente los dos primeros minutos.
El método que la compañía utilizaba hasta ahora era muy controvertido: basta con que un abonado vea un contenido concreto durante dos minutos para que se considere como espectador, aunque inmediatamente pause la reproducción y jamás la continúe.
“Pasaremos a informar sobre las horas que se han visto nuestros títulos en lugar de la cantidad de cuentas que eligen verlos”, indicó la empresa durante su presentación de resultados financieros.
Netflix lleva con absoluto secretismo todo lo referente a sus audiencias, que no están auditadas por una empresa externa como acostumbran desde hace años las cadenas de televisión tradicionales.
Por ejemplo, según el sistema actual “The Squid Game” (“El Juego del Calamar”) es el mejor estreno de la historia al sumar 142 millones de espectadores en sus primeros 28 días de emisión.
Sin embargo, ante estos datos es recomendable andar con pies de plomo, pues sólo reflejan las cuentas que reprodujeron dos minutos de la serie y no desglosan cuántos vieron realmente los nueve episodios de su primera temporada.
La plataforma de “streaming” ha prometido también que a partir ahora informarán de sus audiencias “regularmente”, aunque tal compromiso no dejó claro si comunicarán los datos de todos sus títulos o solo los de las producciones más populares (de sus fracasos no hay noticia).
El cambio en la medición de audiencias llega después de que Netflix haya obtenido uno beneficios de 4.508 millones de dólares entre enero y septiembre de 2021, más del doble de los 2.219 millones registrados durante el mismo período del año pasado.
La empresa con sede en Los Gatos (California, EE.UU.) facturó durante los nueve primeros meses del año 21.988 millones de dólares, por encima de los 18.351 millones de los mismos meses del ejercicio anterior.
En su presentación, Netflix también destacó la producción española “La Casa de Papel” como ejemplo de contenidos que no están rodados en inglés y pueden funcionar en todas partes gracias a los subtítulos y el doblaje, como el caso de la surcoreana “The Squid Game”. EFE
La serie “El juego del calamar” (Squid Game, 2021), el estreno más visto globalmente en Netflix, ha logrado plasmar varias inquietudes de la sociedad surcoreana contemporánea como el endeudamiento privado, su pujante competitividad o una cierta melancolía por un pasado no tan lejano.
Cuando la plataforma compró el proyecto, el director y guionista Hwang Dong-hyuk supo que la historia que concibió una década antes sobre unas personas que se juegan la vida en varios juegos macabros de inspiración infantil para así solventar sus deudas financieras cobraría ahora mucho más sentido para el espectador surcoreano.
La deuda de los hogares surcoreanos ha crecido enormemente desde 2015, y con especial saña (un 10 %) en un último año marcado por la pandemia y la fuerte escalada de precios del mercado inmobiliario, hasta sumar a final del segundo trimestre 1,5 billones de dólares.
El monto es casi el doble que el que acumulan, por ejemplo, los hogares españoles y sitúa a Corea del Sur en el grupo de cabeza de la OCDE en cuánto a lo que sus ciudadanos deben a los bancos en relación a ingresos netos disponibles.
“El que se hayan disparado los precios de la vivienda hace que esta situación afecte especialmente a los jóvenes, que en su desesperación por ser propietarios se endeudan muy temprano”, cuenta a Efe Shin Kwang-yeong, profesor de sociología en la Universidad Chung-ang.
“He ahí una razón por la cual el suicidio -Corea del Sur es el país con mayor tasa de la OCDE- esté siendo más común entre los jóvenes”, añade Shin, que también es fundador de la Red de Investigación sobre la Desigualdad en Corea.
ACADEMIAS, VIVERO DE COMPETITIVIDAD. Gran parte de ahorros y créditos bancarios se destinan también a educar a la prole, y una parte importante de ese dinero va a parar a los “hagwon”, academias extraescolares que se han multiplicado desde los noventa y que, merced a una ley de 2009 que limitó horarios, pueden impartir clase hasta las 22.00.
Se cree que existen unas 70 mil de estas academias, para muchos semillero de un problema que “El juego del calamar” convierte, en tono hiperbólico, en su tema central: la competitividad incentivada en las últimas décadas en la que se están criando generaciones enteras de surcoreanos.
Se estima que el país se gasta unos 15 mil millones de dólares al año en estos centros que lo mismo imparten música, que inglés o matemáticas o preparan para el temido y exigente “suneung”, el examen de acceso a la universidad.
“Yo empecé a asistir al ‘hagwon’ a partir de los 10, aunque ahora los empiezan a enviar más y más pronto”, dice Ahn Joon-hee, profesora de inglés de 37 años en una de estas academias.
Encuestas recientes revelan que los niños de menos de 6 años ya atienden una media de cuatro horas a la semana, una cifra que puede multiplicarse por tres cuando alcanzan la secundaria.
La propia Ahn, que lleva 15 años en el sector y ha enseñado a niños de apenas 2 años, subraya la creciente obsesión por optimizar la educación extraescolar de sus hijos.
“Yo solía acudir 2-3 horas diarias al ‘hagwon’ en secundaria. Los de hoy también, pero en vez de a ir uno van a cuatro o cinco distintos”, apunta.
Esta tendencia, según ella, ha dibujado una realidad en la que “ahora mismo un surcoreano ve en otro surcoreano un obstáculo para alcanzar sus metas. Y, para mí, eso es exactamente de lo que trata ‘El juego del calamar’”.
TIEMPOS MÁS SENCILLOS. Otro elemento al que apunta Hwang en su serie es el agudo cambio de costumbres y de rostro que ha registrado su país, que en solo 50 años protagonizó uno de los mayores saltos económicos jamás vistos.
En ese sentido, “El juego del calamar” refleja una vida de barrio que empieza a desaparecer en muchas ciudades por los proyectos de reurbanización.
Estas iniciativas, que han tomado especial impulso en las últimas dos décadas, derriban de golpe barrios enteros compuestos por las llamadas “villas”, las casas de ladrillo que se ven en el barrio seulense de Ssangmun, donde reside el protagonista, o en la recreación en cartón piedra donde los concursantes juegan a las canicas.
En su lugar se levantan colonias de “apateu danji”, que pueden englobar decenas de torres de apartamentos con capacidad para decenas de miles de residentes que a partir de ahí desarrollan su vida diaria dentro de esas “ciudades fortaleza”.
En opinión del profesor Shin, la serie “exalta esa vida familiar de antaño, tranquila y agradable pese a que los niveles de ingresos y de consumo fueran mucho menores” y la a vez “evoca un terreno común para muchos espectadores aquí, porque muchos crecieron en barrios así”.
Por su parte, la profesora Ahn destaca también como factor melancólico un elemento central en la serie; los juegos infantiles.
“Los niños de hoy no juegan a esos juegos. Mi generación aún lo hizo, pero algo ya estaba cambiando. Hoy prácticamente todos los niños pasan la tarde entera en el ‘hagwon’. De hecho, el ‘hagwon’ es el nuevo sitio en el que socializan. Es el nuevo parque”, opina.
Con pancartas, música y camisetas reivindicativas, una marea de miles de mujeres se echó a la calle este sábado en diferentes ciudades de Estados Unidos para clamar contra las leyes que estados conservadores como Texas han aprobado para restringir el aborto, legal desde 1973.
Los organizadores anunciaron más de 600 marchas en todo Estados Unidos y esperaban que, al menos, 10.000 personas acudieran a la protesta principal en Washington.
A la marcha en la capital llegaron manifestantes de todos los rincones del país, incluida una comitiva de unas veinte jóvenes con una pancarta de los colores azul, rojo y blanco de la bandera de Texas y un mensaje: “¡No te metas con las mujeres de Texas!”
Todas protestaban contra la ley que ese estado aprobó hace un mes y que prácticamente acaba con el derecho al aborto al prohibir esa intervención a las seis semanas de gestación, cuando se puede detectar el latido del corazón del feto, aunque muchas madres ni siquiera saben si están embarazadas.
Entre las jóvenes manifestantes estaba la hispana Zaida Carballo, de 21 años, originaria de la ciudad fronteriza de McAllen, y que cree que las mujeres deben tener derecho a un aborto seguro, además de considerar que se trata una decisión sobre su propio cuerpo en la que “nadie” debería intervenir.
Pese a sus creencias, tuvo dudas sobre si acudir a la marcha porque creció en una familia católica y conservadora, en la que hablar de los derechos reproductivos de la mujer era un tema “tabú”.
“ESCALOFRÍOS EN TODO EL CUERPO”. “Pero, estar aquí ahora es algo sobrecogedor -dijo con los ojos muy abiertos y una sonrisa.- Tener aquí a toda esta gente que está luchando por un derecho de una manera tan valiente, me produce escalofríos en todo el cuerpo”.
Sus padres, sin embargo, no saben que acudió a la marcha y espera que no la llamen por teléfono porque podrían oír los gritos, la música y las consignas que hacen retumbar la Plaza de la Libertad, donde comenzó la manifestación de Washington.
Allí, los organizadores montaron un escenario morado con el lema de “For Abortion Justice” (Por la justicia del aborto) y por donde desfilaron activistas como Alexis McGill Johnson, la presidenta de Planned Parenthood, que gestiona la mayor red de clínicas de salud sexual y reproductiva de Estados Unidos.
La marcha tenía como destino el Tribunal Supremo de EE.UU., donde los jueces conservadores tienen mayoría, por lo que algunos activistas temen que derogue el fallo “Roe versus Wade”, que sirvió para legalizar el aborto en EE.UU. hasta los seis meses de gestación.
Muchas de las pancartas hacían referencia esa decisión judicial y al año en que fue emitida, 1973.
MIEDO A VOLVER A LOS ABORTOS EN CALLEJONES. Por ejemplo, había una pancarta con el mensaje “Entérate, no estamos en 1972. Y no vamos a volver atrás” y otra en la que una manifestante había cosido un salvavidas y escrito el nombre del celebre fallo, “Roe versus Wade”.
Esa última pancarta pertenecía a Suzanne Summit, que tenía 28 años cuando el aborto se legalizó en EE.UU. y recuerda perfectamente los tiempos en las que las mujeres con recursos económicos viajaban a Europa para acceder ese procedimiento, mientras que las menos pudientes acudían a “clínicas en callejones”.
“Yo no tuve que acudir al aborto, pero tengo amigas que sí, con médicos que eran más bien carniceros. Y me da miedo que vuelva todo eso, con mujeres que tienen recursos y que pueden abortar, mientras aquellas que son pobres o están atrapadas en estados conservadores no pueden. Y eso es un desastre”, consideró.
En concreto, si se aboliera “Roe versus Wade”, cada territorio de EE.UU. sería libre de prohibir o permitir el aborto a su antojo, y eso afectaría a unas 36 millones de mujeres en edad reproductiva que viven en estados conservadores, de acuerdo a un reciente informe de Planned Parenthood.
Mujeres como la afroamericana Sam Blakely, que puso fin a un embarazo en 2017 tras sobrevivir una violación y que ahora mismo tendría mucho más difícil abortar por una ley que aprobó hace dos años el estado de Alabama, donde vive, y que prácticamente prohíbe ese procedimiento.
“Es muy frustrante y todas estas leyes que están aprobando afectan de manera desproporcional a las mujeres de color, que tienen menos ingresos y que tradicionalmente han estado oprimidas”, dijo Blakely a Efe.
De hecho, según datos centro de estudios Guttmacher, la mayoría de las mujeres que intentan interrumpir voluntariamente su embarazo cada año en Estados Unidos son pobres y pertenecen a minorías raciales.
La protesta de este sábado se produjo en el marco de la “Marcha de las Mujeres”, que se ha celebrado de manera anual desde la investidura en 2017 del presidente de EE.UU., Donald Trump, quien apoyó la idea de castigar a las mujeres que tienen abortos y que colocó a jueves ultraconservadores en diferentes cortes del país.
Su sucesor, Joe Biden, que es católico, se ha comprometido a defender ese derecho y ha desafiado en los tribunales la ley de Texas.
El cantante Julio Iglesias y el entrenador de fútbol del Manchester City, Pep Guardiola, son dos de los españoles que aparecen en los “Pandora Papers” por haber tenido sociedades en el extranjero para no pagar impuestos.
Ambos figuran en el nuevo informe del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) bautizado con ese nombre, según reveló este domingo la cadena de televisión La Sexta, que junto con El País son medios españoles que forman parte de este grupo.
Según La Sexta, Guardiola fue titular de una cuenta en una entidad bancaria de Andorra mientras dirigía el F.C. Barcelona y hasta 2012, cuando decidió acogerse a la amnistía fiscal promovida por el Gobierno español del conservador Mariano Rajoy, pocos meses después de abandonar el banquillo de ese club español.
El País publica que Iglesias tiene “al menos 20 sociedades en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes Británicas, utilizadas para comprar casas de lujo en Miami y un avión”.
La nueva investigación periodística reveló también que 14 líderes mundiales en activo escondieron fortunas de miles de millones de dólares para no pagar impuestos.
Entre otros, el rey Abdalá II de Jordania gastó 100 millones de dólares en casas de lujo en California y otros lugares, mientras que líderes de República Checa, Kenia y Ecuador ocultaron a las autoridades propiedades y dinero en efectivo, según publicó The Washington Post..
El ICIJ, con sede en Washington y famoso por los llamados “papeles de Panamá”, asegura que en la nueva investiigación han participado 600 periodistas que han examinado 1,9 millones de documentos. EFE
Los latinos son los que más van al cine en Estados Unidos, pero las películas que ven suelen perpetuar estereotipos negativos sobre su comunidad y, además, en pocas ocasiones son los protagonistas o directores de los filmes, denunció este martes el legislador demócrata Joaquín Castro.
“Nos encantan las películas, yo mismo crecí en 1980, viendo Los Dukes de Hazzard o The Breakfast Club. A todos nos gusta el entreteniendo que vemos en las películas y la televisión, pero cuando se trata de la representación cultural, hay un lado oscuro de la industria en el que he decido poner el foco”, dijo el legislador en un evento en el Club Nacional de la Prensa en Washington.
Castro fue presidente del Caucus Hispano del Congreso entre enero de 2019 y enero de 2021 y, durante su mandato, impulsó la elaboración de un informe por un órgano independiente sobre la presencia de la comunidad latina en las industrias del cine, la televisión y los medios de comunicación.
Según el reporte, publicado este martes, los hispanos representan un porcentaje menor del total de empleados en el cine, la televisión y los medios que en el resto de industrias.
Específicamente, los hispanos representan el 12% de los trabajadores de la industria de los medios en comparación con el 19% de los trabajadores del resto de sectores.
Además, cuando se trata de puestos de responsabilidad, el 80% de los directivos de los medios de comunicación son blancos y solo el 4% son latinos.
La falta de empleados latinos no es el único problema de la industria, según Castro, que puso especial énfasis en la forma en la que los latinos son representados en la gran pantalla.
Un estudio publicado la semana pasada por la Escuela Annenberg de Periodismo y Comunicación de Universidad del Sur de California (USC) examinó 1.300 películas que se estrenaron entre 2007 y 2019 y descubrió que solo el 5% de los actores y el 4% de los directores eran hispanos.
“La gente a veces piensa que Hollywood es una industria progresista y, en algunas instancias lo es. Pero -enfatizó Castro-, demasiado a menudo, en lo que se refiere a la diversidad y la inclusión de los latinos, Hollywood es más agresiva que otros sectores y eso es peligroso”.
El peligro, explicó Castro, es que los latinos sean retratados como criminales o traficantes de drogas y eso puede llevar a algunos políticos a explotar esa imagen para satisfacer sus intereses.
Pese a esos estereotipos, los latinos van al cine más que cualquier otro grupo étnico de EE.UU., de acuerdo a un informe de 2019 de la Motion Picture Association of America (MPAA, por sus siglas en inglés). EFE
El reguetonero puertorriqueño Arcángel lanzó este viernes su nueva producción discográfica, “Los Favoritos 2.5”, en la que colaboran 24 artistas del género urbano, tanto de la vieja como de la nueva escuela del movimiento musical mundial.
“Este álbum significa mucho para mí porque está lleno de talentos que me inspiran. Me emociona poder continuar con este proyecto una vez más y aportar al género los sonidos únicos que trae cada nueva colaboración. Espero que la gente disfrute de las colaboraciones y que se gocen del disco tanto como nosotros”, expresó Arcángel en un comunicado de prensa.
“Los Favoritos 2.5” cuenta con 15 canciones inéditas y con las colaboraciones de Nicky Jam, Tempo, Zion & Lennox, De La Ghetto, Ken-Y, Tokischa, Brray, Dalex, Lenny Tavárez, Miky Woodz, Manuel Turizo, Nio Garcia & Casper Mágico, Gigolo y La Exce, Jhay Wheeler, Juanka, Kevvo, Omy de Oro, Ovi, Chris Lebron, Elian Bless y Farina.
Según resaltó el comunicado, este disco explora la gran versatilidad que existe dentro del género reguetón y abre las puertas a las innovaciones musicales que cada artista logra aportar a través de sus esfuerzos creativos.
Acompañando el lanzamiento del nuevo disco, Arcángel también estrena el nuevo video musical de su sencillo, “Hijuepu”, junto a Lenny Tavárez y Juanka.
Esta producción se trata de la tercera parte que hace seguimiento a su serie de discos de compilaciones, después de “Los Favoritos” (2015) y “Los Favoritos 2” (2020).
“Los Favoritos 2” logró conquistar audiencias masivas y consiguiendo la posición número 1 en el listado mundial Top Global Album Debuts de Spotify.
También debutó número 1 en iTunes y Apple Music, y logró posicionarse 5 en el listado Top Latin Albums de Billboard.
El disco cuenta con más de 216 millones de reproducciones combinadas y fue elegido como uno de los 25 mejores álbumes latinos del año 2020 por Billboard.
Entre los temas que aparecieron en ese disco, fueron “Tussi” y “Sigues con él” los cuales recibieron las certificaciones de Oro y 3x Multi-platino por la Asociación de la Industria de la Grabación estadounidense. EFE
“Gasolina”, interpretada por Daddy Yankee, y “Safaera”, de Bad Bunny, Jowell, Randy y Ñengo Flow, son los únicos dos temas de artistas puertorriqueños incluidos en el nuevo listado de las mejores 500 canciones en la historia, publicó la revista especializada en música Rolling Stone.
Según detalló la publicación este miércoles, más de 250 artistas, compositores y miembros de la industria musical, escogieron las 500 mejores canciones, ubicando a “Gasolina” en el puesto 50 y a “Safaera”, 329.
“Gasolina”, co-escrita por el veterano artista urbano Eddie Ávila, aparece en el disco “Barrio Fino” (2004), de Daddy Yankee, mientras que “Safaera” está en el álbum “YHLQMDLG” (2020), siglas de “Yo Hago Lo Que Me Dé La Gana”, de Bad Bunny.
De acuerdo con una descripción dada por Rolling Stone, la idea de componer “Gasolina” provino cuando Daddy Yankee escuchó a un hombre en la calle gritar a una mujer: “Echa, mija, como te gusta la gasolina!”, en referencia a los vehículos acicalados para llegar a las fiestas.
“Esa frase se transformó en un vigente coro que encendió un fervor mundial por el reguetón”, explica la revista en una breve descripción del tema, producido por el dúo dominicano Luny Tunes y que incluye a la veterana cantante urbana Glory en los coros pidiendo “más gasolina”.
Al mismo tiempo, Daddy Yankee lanza unos “versos a toda velocidad y con tanta energía, que la canción se escucha como si fuera a causar una combustión en cualquier momento en décadas posteriores”.
“Safaera”, mientras tanto, fue incluido en uno de los tres discos que Bad Bunny lanzó en 2020 (“YHLQMDLG”, “Las Que No Iban a Salir” y “El Último Tour del Mundo”, en medio de la pandemia de la covid-19.
“No pensaba en que lo que necesita la gente es entretenimiento”, dijo Bad Bunny en entrevista con Rolling Stone.
De acuerdo con la revista, “Safaera” “comprime en cinco minutos el empapado y el vigor de alto octanaje del reguetón de los noventa con una sacudida de al menos cinco ritmos y múltiples artistas puertorriqueños”.
Además, cuenta con “líricas atrevidas y muestras musicales” de otros temas, como “Get Ur Freak On” de la rapera estadounidense Missy Elliott y de “El Tiburón”, del dúo puertorriqueño de reguetón Alexis y Fido.
“Es una canción que sientes que te retuerce”, agrega.
El listado de estas 500 canciones es el primero que Rolling Stone hace en 17 años.
Más de 4.000 canciones recibieron votos en esta ocasión.
En el listado de 2004, los temas que predominaron fueron en los géneros del rock y soul, pero esta nueva versión se distingue más por el hip-hop, el “country” moderno, el rock independiente, el pop latino, el reggae y el R&B.
Más de la mitad de las canciones, específicamente 254, no aparecieron en la primera edición.
“El resultado es uno más expandido, con una visión de inclusión del pop y música que prosigue ‘reescribiéndose’ a través de la historia con cada ritmo”, puntualiza la revista. EFE
Britney Spears ha anunciado su compromiso matrimonial con Sam Asghari, modelo y entrenador personal, en un vídeo publicado este domingo en su cuenta de Instagram, según ha publicado la revista de música americana Billboard.
En el vídeo, la estrella estadounidense aparece presumiendo de su anillo con una sonrisa y besa a su prometido en la mejilla. “¡No me lo puedo creer!” escribe Spears con varios emojis de anillos y un corazón al pie de la publicación.
Asghari también ha compartido una foto de la pareja besándose mientras la artista muestra su anillo en primer plano. La artista conoció a su pareja hace cinco años mientras grababa su vídeo musical “Slumber Party”.
Spears ha anunciado su compromiso menos de un mes después de que su padre, James Spears, abandonara su papel como tutor legal de su hija. Desde 2008, la vida y las finanzas de la cantante eran controladas por su padre. EFE
Un juez mexicano impuso prisión preventiva para el narcotraficante Eduardo Arellano Félix, exjefe del cártel de Tijuana deportado desde Estados Unidos, informó este domingo la Fiscalía General de México.
El Ministerio Público aseguró que un juez de Toluca, en el céntrico Estado de México, emitió un “auto de formal prisión en contra de una persona por ser probable responsable del delito de delincuencia organizada con la finalidad de cometer delitos contra la salud”, en referencia a Arellano Félix.
El narcotraficante, conocido como “el Doctor”, encarcelado en la prisión de alta seguridad del Altiplano, participó por videoconferencia en la audiencia, en la que “se reservó su derecho a declarar”, detalló la Fiscalía.
Estados Unidos entregó el lunes a México a Eduardo Arellano Félix en el puente internacional que conecta la ciudad de Brownsville (Texas) con Matamoros (Tijuana).
El narcotraficante mexicano fue liberado el pasado 18 de agosto de una cárcel federal en Pensilvania en la que cumplía una condena de 15 años por cargos de lavado de dinero y conspiración para el uso de ganancias ilícitas en Estados Unidos.
El mexicano, de 64 años, no completó su sentencia como resultado de su amplia cooperación con las autoridades estadounidenses, que comenzó en mayo de 2013 cuando se declaró culpable.
Parte del acuerdo con el Gobierno al aceptar su culpabilidad incluía que fuera condenado solo por dos de los siete cargos de los que fue acusado al ser extraditado de México en agosto de 2012.
Al salir de la cárcel, fue puesto bajo custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en espera de su deportación.
El cártel de los hermanos Arellano Félix monopolizó las rutas de tráfico de drogas durante más de 20 años a través de Tijuana, en el noroeste de México.
El otrora líder del grupo, Benjamín Arellano Félix, fue extraditado desde México en abril de 2011 y sentenciado a 25 años de prisión en una corte federal de San Diego en abril de 2012, mientras que Francisco Javier Arellano Félix cumple condena a cadena perpetua tras su captura en 2006 por la Guardia Costera de EE.UU.
Igor Vovkovinskiy, coronado como el hombre vivo más alto de Estados Unidos por Guinness World Records en 2010, murió el viernes a los 38 años, dijo su madre, Svetlana Vovkovinska.
Vovkovinskiy medía 7 pies y 8,33 pulgadas de altura (2,35 metros), según Guinness. Murió en un hospital por una enfermedad cardíaca con su madre y su hermano a su lado, según un mensaje en Facebook del sábado publicado por Svetlana. Apenas unas horas antes de su muerte, Vovkovinskiy pudo pasar tiempo con la familia de su hermano y tuvo su última cena, que fue un pedazo de pastel de Kiev y Fanta, dijo su madre.
Vovkovinskiy se mudó de Ucrania a Rochester, Minnesota, en 1989, para recibir tratamiento médico, según su página de Facebook. Nació con gigantismo pituitario, según un segmento de televisión que hizo en “The Dr. Oz Show” en 2010.
Durante ese segmento, los funcionarios de Guinness World Record midieron la altura de Vovkovinskiy y lo coronaron como el nuevo Hombre Viviente Más Alto de Estados Unidos. Tenía 27 años en ese momento y superó al anterior poseedor del récord, el sheriff adjunto de Virginia George Bell, por un tercio de pulgada, según Guinness.
“Se siente bien tener finalmente una prueba de que soy el hombre más alto de Estados Unidos”, dijo Vovkovinskiy en 2010. “Todo el mundo siempre me pregunta si estoy seguro de que soy el más alto y nunca pude demostrarlo. Ahora que tengo este certificado para colgarlo en mi pared, ¡finalmente podré mostrarlo!”.
Usaba una talla de zapato 24 10-E, dijo Guinness, y enfrentaba los desafíos diarios de encajar en los autos y encontrar zapatos cómodos.
Su obituario en línea de la funeraria declaró que disfrutaba pasar tiempo con amigos y familiares, ocasionalmente pescando y viajando. Un servicio conmemorativo se realizará el sábado con un entierro en una fecha posterior.
Guinness dice que el hombre vivo más alto del mundo es el Sultán Kosen de Turquía, que mide 8 pies y 2,8 pulgadas de altura (2,51 metros). El hombre más alto en la historia médica de quien hay evidencia irrefutable es Robert Pershing Wadlow, según Guinness. Wadlow era de Illinois y medía 8 pies, 11,1 pulgadas (2,72 metros). Murió en 1940.