Quito, la capital de Ecuador, inaugurará el jueves 10 de julio la primera planta de reciclaje de residuos de construcción y demolición (RCD) del país, un proyecto que busca transformar anualmente 90.000 m³ de estos materiales en insumos útiles, combatiendo la contaminación y promoviendo la economía circular.
Quito: pionera en reciclaje de escombros
Actualmente, los residuos de construcción y demolición se depositan en escombreras o botaderos informales. Esto genera contaminación en quebradas, suelos y otros ecosistemas. En la capital, se producen alrededor de 6.000 m³ diarios de residuos de este tipo. De ellos, se estima que un 36% puede aprovecharse de forma técnica y responsable. Este nuevo paso consolida a Quito como líder ambiental.
Centro piloto de aprovechamiento de escombros de Pifo
El Centro Piloto de Aprovechamiento de Escombros de Pifo tiene una infraestructura de 7.000 m². Su propósito es administrar, clasificar y procesar estos residuos. Esto permite reincorporarlos a la cadena productiva. La caracterización de 2024 muestra que los RCD en Quito se componen principalmente de: tierra (44%), bloques y hormigón (28%), y residuos de poda (11%). También incluyen madera (5%), asfaltos (3%), cerámicos (1%) y otros (7%).
Alianza estratégica para la sostenibilidad
Holcim Ecuador participa en este proyecto piloto. Aporta su infraestructura tecnológica y experiencia internacional. La empresa adquiere residuos de concreto. Estos se procesan en su planta de agregados en Pifo. Así, se convierten en material reciclado de alta calidad. Esta acción reduce en un 10% la extracción de materiales vírgenes. Se promueven así prácticas más sostenibles en el sector.
Impacto y proyección futura
Este programa piloto tiene una duración inicial de 14 meses. Busca extender la vida útil de las escombreras. Además, disminuirá las emisiones de CO₂. Establecerá el primer modelo nacional de construcción circular. Esto posiciona a Quito como una ciudad líder en innovación ambiental. Se alinea con referentes internacionales como Barcelona y Bogotá. La participación de EMGIRS-EP reafirma su compromiso con una gestión integral de los residuos sólidos. Promueve alianzas público-privadas.