Los consumidores estadounidenses enfrentan aumentos significativos en los precios de productos esenciales como automóviles, electrónicos, ropa y alimentos debido a la guerra arancelaria impulsada por el presidente Donald Trump. Desde abril, la imposición de aranceles globales, que incluyen un 10% general, un 20% a la Unión Europea, un 25% a México y Canadá (para productos fuera del T-MEC) y hasta un 145% a China, ha generado un impacto directo en el costo de vida. Estas medidas, justificadas por Trump como una estrategia para reducir el déficit comercial y promover la manufactura local, han desencadenado represalias internacionales y alzas en los costos de importación.
El anuncio de los aranceles, que entró en vigor el 5 de abril tras un discurso en la Casa Blanca, ha alterado las cadenas de suministro globales. Según expertos, los importadores estadounidenses trasladan los costos adicionales a los consumidores, lo que eleva los precios de bienes de consumo diario. La Cámara de Comercio de EE. UU. estima que los hogares podrían enfrentar un incremento de hasta $4,000 anuales en sus gastos debido a estas políticas.
Impacto en productos clave
Los automóviles son uno de los sectores más afectados. Los aranceles del 25% sobre vehículos y autopartes importados han incrementado el precio promedio de un auto en hasta $6,000 para los fabricados en México o Canadá, y hasta $15,000 para los importados de otros países, según Cox Automotive. General Motors, con una fuerte presencia en México, enfrenta mayores pérdidas en comparación con competidores como Tesla, que produce localmente.
Los productos electrónicos, como teléfonos inteligentes, computadoras y electrodomésticos, también han registrado alzas. La dependencia de EE. UU. de semiconductores de Taiwán, gravados con un 32%, ha elevado los costos de dispositivos que requieren múltiples chips, como automóviles y routers wifi. Ed Brzytwa, de la Asociación de Tecnología del Consumidor, señaló que los inventarios actuales se agotarán en tres o cuatro meses, lo que intensificará los aumentos de precios.
Alimentos y otros bienes
En el sector alimentario, productos importados como el tomate mexicano enfrentan una cuota compensatoria del 20,9%, lo que podría encarecer este alimento básico. Aunque muchos productos agrícolas de México y Canadá están exentos por el T-MEC, otros como el café colombiano, el salmón chileno y los arándanos peruanos ahora enfrentan un arancel del 10%, según la BBC. Esto impacta directamente los supermercados, donde los consumidores notan incrementos en los precios de frutas, verduras y mariscos.
La ropa y los juguetes, especialmente aquellos fabricados en Asia, también se han encarecido. Los aranceles del 46% a Vietnam y del 49% a Camboya han afectado la producción de textiles y productos electrónicos, según Faisal Islam, editor económico de la BBC. Los analistas advierten que estas alzas podrían persistir si las tensiones comerciales no se resuelven.
Consecuencias económicas y globales
La guerra arancelaria ha generado turbulencias en los mercados financieros, con caídas de hasta un 5,97% en el Nasdaq y pérdidas de $6 billones en capitalización bursátil en EE. UU., según el índice Dow Jones. Países como China y la Unión Europea han gravado bienes como el bourbon y las motocicletas Harley-Davidson, lo que ha intensificado el conflicto comercial.
A pesar de una pausa arancelaria de 90 días anunciada en abril, que redujo los gravámenes a China al 30%, la incertidumbre persiste. Economistas como Olu Sonola de Fitch Ratings advierten que una prolongación de estas medidas podría llevar a EE. UU. y otros países a una recesión. Mientras tanto, los consumidores estadounidenses enfrentan un panorama de precios más altos en bienes esenciales, con un impacto directo en su poder adquisitivo.
