Mauricio Altamirano, conocido como ‘El Cuy’, reveló detalles de un tenso episodio con Samara Montero. El periodista de farándula y la actriz tuvieron un mal entendido que escaló a un escándalo en 2017, durante la promoción de Tres Familias.
¡La farándula ecuatoriana está que arde! Mauricio Altamirano, el periodista sin pelos en la lengua, decidió contar su versión de un drama que vivió con Samara Montero en 2017, justo cuando Tres Familias era la sensación. Todo fue en una rueda de prensa donde Mauricio, corriendo contra el tiempo, buscaba a los pesos pesados del elenco, como Érika Vélez y Antonio García. Pero una joven se le acercó pidiendo una entrevista, y él, sin saber quién era, pensó que era una fan. Spoiler: era Samara Montero, parte del reparto.
«Me preguntó cómo hacerse famosa”, contó Mauricio en su relato. Entre bromas, le dijo que llamara la atención, incluso con un “vacila con alguien famoso, un futbolista, un presentador”. Lo que parecía un consejo ligero se convirtió en un lío monumental. Según él, Samara se puso a llorar y lo acusó de tratarla mal, diciendo cosas que Mauricio jura no haber dicho. El asunto escaló tanto que el actor Christian Maquilón casi se va a los puños con él. “Pensé que estaba borracho, pero era por Samara, que seguía llorando en un rincón”, explicó.
Mauricio admite que «no la soporta»
El periodista asegura que se arrepintió de darle bola. “Cuando me fui, la vi y le dije: ‘eres perversa y mentirosa’. Ella, llorando, se rió”, afirmó, dejando claro que no le cree nada, ni siquiera lo que Samara contó hace poco sobre su romance con Efraín Ruales.
El drama no quedó ahí. Tiempo después, en los pasillos de Club de la Mañana, Mauricio se topó con Samara otra vez. “Se quedó pálida al verme”, recuerda. Él insiste en que nunca la insultó ni la amenazó, aunque admite que no la soporta. “No le creo nada de lo que dijo sobre Efraín”, sentenció, avivando la polémica.
Este choque no es nuevo en el mundillo farandulero. En 2017, Tres Familias era el boom de Ecuavisa, y las ruedas de prensa eran un hervidero de egos y titulares. Samara, entonces una cara fresca, buscaba su lugar, mientras Mauricio ya era conocido por su estilo directo. Otros roces, como los de Altamirano con figuras como Dayanara Peralta, han marcado su carrera, pero este con Samara sigue dando de qué hablar.