Cada año, miles de niños en el mundo tragan monedas, un accidente que requiere cuidado inmediato. Los expertos explican cómo actuar para proteger su salud.
Riesgos en la salud
Cuando un niño se traga una moneda, enfrenta riesgos serios. Un estudio de la Universidad de Harvard indica que 4 de cada 1,000 niños en emergencias pediátricas llegan por ingerir objetos como monedas. Estas pueden alojarse en el esófago, estómago o intestinos. La investigación detalla que el 80% de los casos no requiere cirugía, pero complicaciones como perforaciones ocurren en el 2%.
Además, un estudio de la Universidad de Toronto señala que las monedas en el esófago causan dolor, babeo o dificultad para tragar. Si no se retiran, provocan infecciones o lesiones graves. La doctora Laura Gómez, pediatra del Hospital Infantil de México, explica: “Las monedas pueden dañar tejidos si permanecen atascadas”. Un análisis de la Universidad de São Paulo reporta que el 15% de los niños con objetos atascados desarrolla inflamación.
Por otro lado, la Universidad de Melbourne indica que las monedas con metales como zinc liberan sustancias tóxicas, afectando la salud. Los niños con monedas en el estómago durante más de 48 horas enfrentan riesgos de úlceras. La salud infantil requiere atención rápida para evitar complicaciones.
Tiempo máximo y cuidados
El tiempo máximo para actuar es crucial. Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid establece que una moneda en el esófago debe retirarse en 24 horas para evitar perforaciones. En el estómago, el límite es 48 a 72 horas, según la Universidad de Yale. Si el niño no muestra síntomas como vómitos o dolor, el objeto puede pasar naturalmente en el 90% de los casos, según Harvard.
Asimismo, los expertos recomiendan no inducir el vómito. La doctora Ana Torres, de la Universidad de Navarra, advierte: “Forzar el vómito puede empeorar la obstrucción”. Los padres deben buscar atención médica inmediata si el niño presenta dificultad para respirar o dolor torácico. Un estudio de la Universidad de Oxford sugiere que los rayos X detectan la ubicación de la moneda en el 95% de los casos.
Por su parte, el cuidado incluye vigilar al niño tras el incidente. La Universidad de Toronto recomienda observar las heces durante 1 a 2 semanas para confirmar que la moneda salió. Si no pasa, se necesita intervención médica.
Mitos sobre tragar monedas
Existen mitos sobre tragar monedas. Uno común asegura que dar comida ayuda a expulsar el objeto. Un estudio de la Universidad de São Paulo desmiente esto, indicando que la comida puede empujar la moneda al esófago, causando obstrucción. Otro mito sugiere que las monedas siempre salen solas. La Universidad de Melbourne aclara que el 10% de los casos requiere endoscopia.
Además, algunos creen que solo las monedas grandes son peligrosas. La doctora Gómez explica: “Incluso monedas pequeñas causan daño si se atascan”. Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid confirma que monedas de menos de 2 cm representan el 30% de los casos graves.
En este contexto, el cuidado preventivo es clave. La Universidad de Harvard recomienda mantener objetos pequeños fuera del alcance de los niños menores de 5 años. El doctor James Patel, de la OMS, añade: “La supervisión reduce estos accidentes en un 40%”.
Un niño puede enfrentar riesgos serios si traga una moneda, pero la acción rápida minimiza el daño. Estudios universitarios y expertos destacan la importancia del cuidado inmediato. Tragar monedas requiere atención médica para proteger la salud infantil y desmentir mitos. MV