Los habitantes de Brasilia del Toachi, en Santo Domingo, bloquearon el tránsito sobre el puente del río Toachi, en la vía hacia Las Mercedes, debido a su avanzado deterioro. Las autoridades prometen iniciar estudios en agosto para reemplazar la estructura, cuya inestabilidad pone en riesgo la conectividad regional y la seguridad del transporte.
Protesta ciudadana y deterioro estructural del puente
El paso vehicular fue interrumpido por habitantes del sector, quienes han exigido durante años la reconstrucción del viaducto. La protesta inició en la noche del jueves 12 de junio y se intensificó al día siguiente, cuando se bloqueó totalmente el paso a transporte pesado.
El puente presenta grietas visibles y movimiento estructural con cada vehículo que lo cruza. La situación se agravó tras el cierre temporal de la vía Alóag–Santo Domingo, que desvió el tráfico hacia esta zona. El incremento del tránsito pesado aceleró el deterioro de la infraestructura.
“Hace más de 40 años esperamos que arreglen este puente”, declaró Lourdes Torres, representante comunitaria de Brasilia del Toachi. Junto a ella, Diego Carrillo expresó su decepción por las promesas incumplidas. Las comunidades afectadas serían Brasilia del Toachi, El Arenal, San Miguel y Las Mercedes.
Respuesta institucional tras el cierre del puente
La protesta obligó la presencia de autoridades. Representantes del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), la Gobernación de Santo Domingo y la Prefectura acudieron al lugar. El gobernador Miguel Quezada anunció que en agosto de 2025 comenzarán los estudios técnicos para un nuevo diseño del puente.
El plan contempla intervenir nueve estructuras viales a lo largo del tramo Santo Domingo–Las Mercedes. Según Quezada, el presupuesto estimado es de entre $30 y $40 millones.
El MTOP pidió paciencia, señalando que el tipo de intervención se definirá con base en los estudios técnicos. Byron Sánchez, director provincial de la entidad, aseguró que el proceso está en marcha y permitirá determinar el diseño más adecuado.
Población desconfiada y riesgos inminentes
A pesar de los anuncios, la comunidad se mantiene escéptica. En 2022, ya se había informado de una intervención similar que nunca se ejecutó. La falta de cumplimiento histórico de las autoridades ha mermado la confianza ciudadana.
Entretanto, la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) controla la circulación. Solo se permite el paso a vehículos livianos y motocicletas, mientras se impide el acceso a camiones, tráileres y vehículos de doble eje. La prioridad actual es evitar una tragedia. No obstante, las rutas alternas para transporte pesado no están completamente habilitadas, lo que genera complicaciones logísticas y económicas para la región (21).
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