La comerciante Lilian Taco explicó que el aumento responde directamente a la falta de producto en el mercado. En su puesto, como en muchos otros, el costo de los limones subió en pocos días debido a la menor oferta, lo que afecta la economía de las familias que dependen de este insumo en su alimentación diaria.
El limón no es el único afectado. La zanahoria también refleja una variación en sus precios. Antes, la libra costaba 40 centavos de dólar, pero ahora se comercializa entre 50 y 70 centavos, dependiendo de la calidad y el lugar de compra.
El comerciante Ramón Torres coincide en que la escasez y la sobreproducción son los factores determinantes para que los productos agrícolas fluctúen en sus costos. “Cuando hay sobreproducción el limón se encuentra barato, pero si escasea, sube de precio, como ahora”, explicó.
Un fenómeno recurrente en la agricultura
Este fenómeno de variación de precios es recurrente en productos de origen agrícola, cuya producción depende de ciclos estacionales y condiciones climáticas. En la región, el limón suele atravesar períodos de baja producción que impactan directamente en la economía familiar y en los negocios de comida.
El comerciante Torres también mencionó al plátano, otro producto esencial que enfrenta complicaciones adicionales por el avance de la enfermedad conocida como El Moko, lo que limita la producción y afecta la disponibilidad en los mercados.
El impacto se refleja no solo en las compras familiares, sino también en pequeños negocios de gastronomía que dependen de estos insumos. Ante el incremento, muchos buscan sustituir productos por otros más económicos para no afectar sus ingresos ni trasladar el aumento de costos al consumidor final.
Negocios en busca de alternativas
Los comerciantes y propietarios de pequeños restaurantes afirman que el incremento en el precio de productos como el limón obliga a ajustar recetas o a reducir el uso del ingrediente. En preparaciones donde el limón es esencial, como jugos o aderezos, esta medida se convierte en un reto para mantener la calidad sin elevar los precios al público.
En el caso de la zanahoria, considerada básica para guisos y sopas, los clientes ya perciben el impacto. El incremento de 10 a 30 centavos por libra parece mínimo, pero representa un gasto mayor para quienes compran grandes cantidades cada semana
Los vendedores coinciden en que la única solución real está en el equilibrio de la oferta y la demanda, pues cuando la producción se normaliza, los precios tienden a estabilizarse.
Controles de precio y vigilancia
Frente a este escenario, la Intendenta de la Policía en Manabí, Helen Alcívar, informó que entre el 13 y el 16 de septiembre se realizaron 75 operativos de control en diferentes mercados y centros de abastecimiento de productos de primera necesidad.
Durante estos operativos se inspeccionaron 420 establecimientos, verificando el peso, calidad y precio de los productos agrícolas, con el objetivo de evitar la especulación y garantizar el acceso justo a los alimentos.
Alcívar destacó que los controles son parte de un trabajo articulado para mantener la transparencia en el comercio y asegurar que los consumidores no enfrenten aumentos injustificados. Las acciones buscan también prevenir el acaparamiento de productos que pueda generar mayor inestabilidad en los precios.
Contexto económico regional
La provincia de Manabí depende en gran medida de la producción agrícola para abastecer a sus mercados locales. Los ciclos naturales de los cultivos y fenómenos externos, como plagas o enfermedades, influyen en la oferta y, por ende, en los costos.
En el caso del limón, la región atraviesa anualmente un período de escasez estacional, que coincide con épocas de menor cosecha. A esto se suman factores climáticos que pueden retrasar la producción y reducir la disponibilidad del producto en los centros de abasto.
La zanahoria, por su parte, depende de la estabilidad en los cultivos locales y nacionales. Los pequeños productores, que representan un porcentaje significativo de la oferta, se ven más afectados por variaciones en el clima o la reducción de áreas sembradas.
Impacto en el consumidor final
Para las familias manabitas, el aumento de precios en productos básicos como el limón y la zanahoria representa un ajuste en el presupuesto destinado a la alimentación. Estos productos forman parte esencial de la dieta diaria y su variación afecta la capacidad de compra de los hogares.
Los consumidores suelen optar por reducir las cantidades adquiridas, priorizar otros alimentos o buscar sustitutos más económicos. Sin embargo, las variaciones generan presión en los mercados.
Mientras tanto, las autoridades mantienen los operativos y los comerciantes esperan que la producción agrícola aumente, permitiendo una reducción en los precios.