La Policía Nacional ejecutó en Quito el operativo “Libertad 210”, que permitió la aprehensión de cuatro individuos acusados de secuestro, y la liberación de dos mujeres secuestradas. Las víctimas estaban siendo extorsionadas por sus captores, quienes exigían dinero a sus familiares a cambio de su liberación.
El operativo fue llevado a cabo por unidades investigativas de la Policía Nacional con el fin de rescatar a las mujeres que se encontraban en calidad de secuestradas. Tras una ardua labor investigativa, los uniformados lograron ubicar a las secuestradas y proceder con el rescate y las detenciones de los presuntos secuestradores.
Los detenidos fueron identificados como: Edison C., Thalía G., William L., quien posee antecedentes penales por robo, y Arturo A., quien tiene antecedentes por receptación. Los cuatro sospechosos fueron arrestados durante el operativo sin incidentes graves.
En el operativo se incautaron varios elementos de prueba que vinculan a los detenidos con el secuestro. Entre los indicios encontrados se incluyen: cuatro terminales móviles, una motocicleta y un vehículo recuperado, que se presume fueron utilizados durante el proceso de secuestro y extorsión.
Otros secuestrados liberados
En Vinces, la Policía lideró otra acción resultó en la recuperación de dos vehículos robados y la liberación de dos personas secuestradas, tras un enfrentamiento armado con los delincuentes.
El operativo comenzó a las 08h00, luego de que la Policía Nacional, a través de técnicas de investigación, lograra rastrear la ubicación de dos personas secuestradas y de los vehículos robados. Las víctimas fueron interceptadas mientras viajaban en una camioneta hacia el recinto La Guayaquil. Posteriormente, fueron trasladadas al Recinto Poza Oscura, donde se encontraban los vehículos robados: una camioneta y un camión.
Al llegar al lugar, los oficiales de la Policía Nacional se encontraron con cuatro sujetos armados que custodiaban los vehículos robados. Al percatarse de la presencia policial, los delincuentes abrieron fuego contra los uniformados. La Policía Nacional, en legítima defensa, repuso la amenaza, lo que permitió el rescate de las víctimas secuestradas sin más altercados.