Los presuntos violadores de una adolescente de 17 años ya están identificados.
Los agentes de la Policía están tras la pista de los agresores que cometieron el delito el martes 6 de junio, aproximadamente a las 10h30, en el cerro Bombolí.
El tatuaje de un lobo en el brazo de uno de los sujetos fue pieza clave para su identificación.
Así lo indicó Joffre García, jefe de la subzona de Policía Nacional.
“Se están haciendo las coordinaciones con la Justicia para poder emitir en las próximas horas las boletas de captura”, afirmó.
Los sospechosos son conocidos con el alias ‘Los gemelos’ y no sería la primera vez que hacen de las suyas en el cerro.
Violadores actuaron en presencia del novio de la joven
La menor fue atacada mientras se encontraba haciendo ejercicios junto con su novio, un joven de 18 años.
Ellos fueron sorprendidos por los atacantes, quienes los amenazaron con cuchillos.
Las víctimas pensaron que se trataba de un asalto.
Sin embargo, minutos después los sospechosos le taparon el rostro al novio de la menor para violarla a ella en repetidas ocasiones, según la Policía.
El representante de la Policía en la provincia señaló que tras el hecho en el cerro están desplegando estrategias de prevención.
Entre ellas la activación de dos carpas del Consejo de Seguridad Ciudadana, una en el acceso desde la calle Venezuela y otra junto a la iglesia del santuario.
“Se trata de un área crítica en donde se pueden perpetrar delitos de oportunidad, por esta razón se despliegan operativos para evitar que se vuelva a repetir”, dijo García.
Por su parte, Gustavo Játiva, jefe del distrito Oeste, sostuvo que en el acceso principal al cerro se ejecutan operativos de control de armas y explosivos (Camex).
Añadió que se ha hecho acercamientos para cerrar los accesos a la maleza.
El sacerdote Julio Córdoba, rector del santuario, explicó que están en contacto con la Policía.
Últimamente se están intensificando los controles para dar seguridad desde diferentes ángulos”, dijo.
Uno de ellos es el monitoreo y la destrucción de ‘cambuches’ en los que han hallado armas blancas y documentos de personas que han sido víctimas de la delincuencia.
El religioso reconoció que hay peligro porque se ha identificado que hay una casa deshabitada, que es utilizada como centro de operaciones de los delincuentes.
“El bosque está plagado por gente que viene a delinquir. Roban y se van por la montaña”, expuso.
