En la parroquia Ayacucho, del cantón Santa Ana, retomaron los trabajos para finalizar la instalación de la planta de tratamiento de aguas residuales, obra contratada en 2018 por 268.520 dólares. Tras varios años de paralización y pérdidas por robos, el municipio acordó con la empresa Yacupro poner en operación el sistema antes de saldar el último pago de 40.000 dólares.
Una serie de ajustes técnicos y reposición de materiales sustraídos son claves para culminar la planta que beneficiará a la comunidad de Ayacucho.
Durante tres días de la semana pasada, técnicos de la empresa quiteña a cargo de la obra, realizaron inspecciones y ajustes en la planta de tratamiento de aguas residuales. Esta infraestructura fue contratada en 2018. Hasta ahora no ha podido entrar en funcionamiento debido a diversos inconvenientes.
Freddy Mera, quien desde octubre del año pasado trabaja como guardia en la planta, confirmó a El Diario que los técnicos actualmente están adquiriendo en la ciudad de Manta algunos implementos necesarios para finalizar la instalación. Mera mencionó que, durante las pruebas realizadas recientemente, ciertos sistemas han funcionado correctamente. Sin embargo, se detectaron algunos elementos faltantes debido a robos ocurridos durante la paralización.
Algunos datos clave de la planta de aguas residuales
La inversión municipal y la situación actual del proyecto son las siguientes:
- Monto inicial contratado: 268.520 dólares (año 2018).
- Última planilla pendiente por cancelar: 40.000 dólares.
- Trabajos reiniciados oficialmente en mayo de 2025.
- Implementos sustraídos serán reemplazados con equipos nuevos.
Acuerdo entre municipio y empresa contratista
El alcalde de Santa Ana, Gregorio Macías, explicó hace dos semanas que el retraso en la entrega de esta obra motivó un acuerdo con la empresa Yacupro. El trato establece que el contratista dejará lista y operativa la planta. Cumplido aquello, el municipio procederá a realizar el pago pendiente de la última planilla por 40 mil dólares.
Según Macías, esta medida busca asegurar que la inversión municipal, realizada hace siete años, finalmente genere un beneficio tangible para los habitantes de Ayacucho. Ellos han esperado pacientemente la culminación de esta importante obra pública. Con este acuerdo, el municipio prevé que la planta esté tratando aguas residuales en dos meses (julio de 2025).
Ayacucho espera la obra
La puesta en funcionamiento de la planta de aguas residuales es un paso esencial para mejorar las condiciones sanitarias en Ayacucho, especialmente luego de varios años de estancamiento y problemas administrativos y técnicos. Con los ajustes actuales y el reemplazo de materiales robados, se espera que la planta pueda operar eficientemente en el corto plazo.
La falta de operación de la planta provoca que las aguas servidas vayan directamente en el río Grande (Portoviejo). Esto representa un grave riesgo ambiental y sanitario para las comunidades cercanas. La comunidad Estero Seco, donde se ubican los equipos, fue además uno de los sectores más afectados por las inundaciones ocurridas en Ayacucho durante el presente año. La instalación sin un estudio técnico previo y la ubicación en una zona vulnerable han sido motivo de crítica constante.
Así, tras años de espera y diversas dificultades, la comunidad local podrá finalmente contar con un sistema de tratamiento que contribuya a mejorar su calidad de vida y a proteger el medio ambiente de la zona. (36)