Petroecuador anunció la reanudación del transporte de crudo pesado a través del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) tras reparar una rotura ocurrida el 16 de junio en el kilómetro 86, sector El Reventador, provincia de Sucumbíos. La empresa estatal confirmó que las operaciones se normalizaron luego de intensos trabajos de reparación, sin que se registraran interrupciones en pozos ni exportaciones de petróleo.
Reparaciones efectivas en el SOTE
A través de un comunicado difundido en redes sociales, Petroecuador detalló que los trabajos incluyeron la reparación de la tubería afectada y la instalación de un nuevo trazado en la zona del incidente. La rotura, causada por un movimiento de masa de origen natural, no generó el cierre de pozos ni afectó las exportaciones de crudo, según la estatal. Además, se informó que las labores de remediación ambiental en el área continuarán para mitigar cualquier impacto.
El incidente ocurrió en una zona de alta complejidad geológica, donde los eventos naturales como deslizamientos son recurrentes. Petroecuador movilizó personal técnico al sitio inmediatamente después de detectar la falla, logrando contener la situación en pocos días. La empresa destacó la rapidez en la respuesta como clave para evitar mayores afectaciones.
Un nuevo desafío para el oleoducto
El evento del 16 de junio marcó la segunda rotura significativa del SOTE en 2025, tras un incidente similar en Esmeraldas, registrado tres meses antes. En aquella ocasión, las autoridades también reportaron causas naturales como el desencadenante. Estos incidentes evidencian los retos que enfrenta el sistema de transporte de crudo en Ecuador, debido a su exposición a condiciones geográficas y climáticas adversas.
El SOTE, que atraviesa el país desde la Amazonía hasta la costa del Pacífico, es una infraestructura crítica para la economía ecuatoriana, ya que facilita el transporte de aproximadamente 360.000 barriles de petróleo diarios. Su operatividad es esencial para mantener las exportaciones, que representan una de las principales fuentes de ingresos del país.
Infraestructura petrolera
El Sistema de Oleoducto Transecuatoriano, inaugurado en 1972, ha sido objeto de múltiples intervenciones para garantizar su funcionamiento continuo. A pesar de los desafíos geológicos, Petroecuador ha implementado planes de mantenimiento y monitoreo constante para prevenir interrupciones. Sin embargo, los eventos naturales, como los ocurridos en Sucumbíos y Esmeraldas, subrayan la necesidad de reforzar la infraestructura frente a riesgos ambientales.
La empresa estatal no proporcionó detalles sobre el costo de las reparaciones ni el impacto ambiental específico en El Reventador, pero aseguró que las acciones de remediación seguirán en marcha. Las autoridades locales de Sucumbíos han sido informadas, y se espera que los trabajos de recuperación en la zona avancen sin contratiempos.
Perspectivas y continuidad operativa
Petroecuador reiteró su compromiso con la seguridad operativa del SOTE y la protección del entorno. La reanudación del transporte de crudo pesado permite al país mantener su ritmo de exportaciones, un factor clave para la estabilidad económica. La empresa también señaló que el monitoreo del oleoducto se intensificará en áreas vulnerables para prevenir futuros incidentes.
El manejo de esta emergencia refleja los esfuerzos de la estatal por responder con rapidez ante imprevistos. No obstante, los recurrentes eventos naturales plantean interrogantes sobre la sostenibilidad a largo plazo de la infraestructura petrolera en Ecuador. Por ahora, el SOTE opera con normalidad, y las exportaciones de crudo continúan sin alteraciones, según lo confirmado por Petroecuador.