El nuevo hecho violento ocurrió aproximadamente a las 22h00 del viernes 28 de marzo. Christian Byron Enderica Cañizares, de 34 años, circulaba por la calle Manuel Lorenzo Nieto, cerca de la vía de ingreso a la represa de Paján, cuando le dispararon.
El ataque, perpetrado presuntamente por dos sujetos en motocicleta, alarmó a los vecinos del sector, quienes al escuchar las detonaciones de armas de fuego, supieron que algo malo había ocurrido. Segundos después del estruendo, unos cuántos se asomaron temerosos a las ventanas y otros salieron de sus viviendas, encontrando al hombre tendido sobre la calzada. Al sitio llegaron familiares de la víctima, quienes en medio de gritos y llanto constataron el ataque sicario que deja a tres menores de edad en la orfandad.
Según información preliminar de la Policía Nacional, Christian Byron Enderica Cañizares se dirigía a la Unidad de Revisión Técnica Vehicular del Municipio de Paján, donde laboraba como guardia. El jefe de la Policía Nacional del distrito Paján, Ricardo Romero, confirmó que la víctima recibió al menos cuatro impactos de bala. “Estamos revisando cámaras de seguridad para identificar a los responsables”, señaló el uniformado, quien evitó precisar más detalles sobre la investigación y el móvil del ataque.
Cuarta muerte violenta en Paján
A la escena del crimen llegó personal de Criminalística, de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro (Dinased) y Medicina Legal, el cual recogió evidencia y realizó el levantamiento del cadáver para llevarlo al centro forense de Manta.
El caso, que se investiga como un posible sicariato, es el cuarto registrado en Paján en 2025, según fuentes policiales. Las autoridades han intensificado operativos en la zona, aunque aún no hay detenidos ni sospechosos identificados.
Manabí atraviesa un repunte de violencia criminal, principalmente en ciudades como Manta y Portoviejo. Datos del Ministerio del Interior revelan que entre enero y febrero de 2025, la provincia registra 199 muertes violentas, de las cuales nueve corresponden a menores de edad. En el 98% de los casos (196) se emplearon armas de fuego de diferente calibre. Además, los datos revelan que la misma cantidad de fallecidos figuran como víctimas de la violencia criminal.