El abandono vial en Manabí no solo es indignante, sino preocupante, porque al parecer es como una retaliación por parte del actual Gobierno, pues nuestra provincia no le dio una buena votación en la segunda vuelta electoral.
La mayoría de las carreteras, por no decir casi todas, se encuentran en un estado calamitoso. Ya no hay espacio para escapar de los baches, pues el asfalto ha desaparecido y la presencia de huecos es continua.
La zona norte se encuentra por poco aislada, postergada y víctima del centralismo, especialmente la carretera que une a Portoviejo con el cantón Sucre. Esta es una vía de tal importancia para el comercio, el turismo y algo muy especial: la salud. Una gran parte del personal de salud que atiende en el hospital Miguel H. Alcívar, así como los que laboran en el dispensario del IESS en Bahía, viene en sus vehículos privados, unos de Portoviejo y algunos de Manta. Otro aspecto preocupante es el traslado de pacientes oncológicos que tienen que viajar con frecuencia a Solca Portoviejo; otros viajan por turnos con especialistas en cantones como Manta, Jipijapa o Portoviejo. Por amor a la humanidad, hagan conciencia de que reparar esta carretera es vital, porque encima del dolor de la enfermedad se une el dolor del estropeo que causa andar por estas vías.
En estos días, después del lamentable suceso en que perdieron la vida dos galenos que laboraban en el hospital de Bahía, se han levantado voces de protesta por varios medios, demandando al Gobierno provincial y nacional, ya no un simple bacheo, sino una reconstrucción total, pues el estado calamitoso de esta vía ya no admite un simple bacheo.
Algunos burócratas centralistas creen equivocadamente que estas vías, que unen al cantón Sucre con otras localidades del centro-sur de la provincia, son de tercer orden, es decir, de poca importancia. Esta carretera se inicia en Cojimíes, avanza a Pedernales, Jama, San Vicente y el llamado km 8, de donde comienza el martirio. Estas rutas son de tanta importancia porque soportan un tráfico muy intenso de transporte liviano y pesado. Viniendo en sentido contrario, prácticamente la carretera ha desaparecido desde Charapotó a San Jacinto – San Clemente – Bahía de Caráquez. Otra vía que requiere urgente reparación es la carretera San Vicente – San Antonio – Chone, que cada vez se deteriora más ante la vista indolente de las autoridades. Esta zona es: pesca, agricultura y turismo.
La reconstrucción es de suprema urgencia en las vías de Manabí, como la Santa Ana – Poza Honda, que se encuentra también en total deterioro, lo que está acabando con una de las fuentes de la economía de muchas familias que viven del turismo. El río Grande está tan contaminado, lleno de plantas acuáticas, que no permite que las personas puedan disfrutar del baño en el río.