Si hacemos un sondeo rápido, estoy segura de que son más las personas a las que les gustan los animales que quienes les tienen aversión.
Conozco a tanta gente que los lleva a un nivel privilegiado de vida, en un hogar seguro y lleno de amor.
Esta fascinación por los animales ha hecho, incluso, que el comercio dedicado a las mascotas crezca. No solo hay veterinarias, sino salones de belleza para ellas, laboratorios clínicos, parques y otros sitios pet friendly (espacios que permiten la presencia de mascotas). Pasear perros también ayuda a mucha gente a tener recursos extras.
Los animales, a lo largo de la historia, han causado fascinación. Un ejemplo es Laika, primer ser vivo en orbitar la Tierra en 1957. Lamentablemente murió por el sobrecalentamiento de la cápsula en la que fue enviada. Su deceso, injusto, ayudó a la ciencia y la tecnología, pero años después causó un gran debate sobre la experimentación con animales.
Leí en El Diario que cada semana entre cinco y seis animales son recogidos diariamente de la vía pública, la mayoría en la autopista Manabí Guillén. Debido a esto se genera un problema sanitario, por lo que la Municipalidad debe retirar los restos cada día.
Tengo interrogantes: ¿cuáles son los motivos de los fallecimientos de los gatos y perros? ¿Son envenenados o atropellados? ¿Hay investigación o seguimiento de los casos? Vale recordar que, en las calles, a veces hay niños pequeños que corren los mismos riesgos.
Un animal callejero es un ser vulnerable y vivirá para siempre lleno de miedo. En redes he contado la vida de Salami, una gatita que llegó a mi vida a enseñarme sobre el amor, odio y temor que ellos enfrentan.
Por suerte hay varias fundaciones que protegen a estos animales y tratan de ubicarlos en hogares. Por eso hay que apoyarlas con dotación de comida, medicina básica y, quizás, haciendo voluntariado para bañarlos, alimentarlos y darles cariño.
Una normativa establece una sanción equivalente al 20 % del salario básico unificado para quienes abandonen cuerpos de animales en la vía, lo que es correcto. Si vamos más allá, me pregunto: ¿cómo van a reducir el número de animales en las calles? La solución no es dormirlos.
Es urgente que existan brigadas de esterilización y ubicación en hogares para estos seres vivos. No será tarea fácil, pero hay que dar el primer paso. Hay un ejemplo exitoso: Bután, país que esterilizó casi el 100 % de los perros callejeros en menos de dos años. Es un buen modelo para las municipalidades manabitas. Conviene investigarlo.
@AndreaLimongiS