La atención que constantemente los manabitas demandamos del Estado para entrar en la vía del progreso seguirá siendo debilitada por las diferencias que intereses y/o ambiciones personales, particulares, partidistas, de grupos o políticas presentan –lamentablemente– desde el interior mismo de la provincia.
El evidente cantonalismo fracciona la unidad que debe vigorizar cualquier exigencia al Gobierno central, desdibujando y debilitando el objetivo provincial ante las esferas nacionales.
El caso del aeropuerto estatal Eloy Alfaro, en Manta, cuya ubicación territorial está siendo reclamada por Jaramijó, es un ejemplo de lo que hay que estudiar a fondo, sin excusa alguna, para evitar el deterioro de las relaciones internas –en este caso entre los dos gobiernos municipales anotados– que mermaría más la solidez y solidaridad requerida en toda promulgación de derechos. Ya hay voces de un lado, con cierta tendencia ofensiva, contra el alcalde que, a nombre de su pueblo, reclama lo que estima es su verdad, cuando lo prudente es llevar al diálogo su posición y analizarla y confrontarla legalmente. Aquello es lo adecuado porque aleja los resentimientos.
Estamos llenos por doquier de necesidades por satisfacer, de obras por conseguir, de servicios por recibir, así como de proyectos por concluir, como para estar peleando entre nosotros. Porque la práctica del individualismo, cantonalismo o localismo, o cualquier “ismo”, significa contradecir a los buenos propósitos por el desarrollo provincial, que no es la confrontación.
Y en esto tienen mucho que ver los gobiernos sectoriales, empezando por el Provincial, en cuyo regazo están las 22 administraciones municipales de Manabí, con los sendos representantes responsables como son los alcaldes. Este organismo está llamado a guiar, participar y respaldar los intereses de cada uno de sus cantones miembros, interviniendo con rectitud e imparcialidad legal en la justa solución de las diferencias entre ellos. Verbigracia: el caso del reclamo de Jaramijó sobre territorio donde funciona la terminal aérea, de la que Manta, a su vez, asegura pertenencia, aduciendo estar en su jurisdicción.
¡Cuánto hay que hacer en la concienciación de nuestros derechos! El difundido y a menudo practicado individualismo nos atasca en el campo fangoso de las peleas internas bizantinas, impidiéndonos ver la claridad de la comprensión como camino cierto a la unión. La tarea es romper esa soberbia que llamamos testarudez para comprendernos, como partida para lograr la cacareada unidad provincial. Evitar caer en lo que dijo Winston Churchill: “El problema de nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles sino importantes”.