Se aplica en nuestro país, y desde hace lustros, la línea del “fascismo con cara democrática” propuesta del asesor del Consejo de Seguridad Nacional de EE. UU. Samuel Huntington.
Esta línea es aplicada por la Trilateral desde la década del 90 en varios países del mundo y América Latina, como se puede verificar en el libro denuncia “El complot para destruir las Fuerzas Armadas y las naciones de Iberoamérica”, de Lyndon LaRouche.
Se hacen leyes al margen de las prescripciones constitucionales, para el redoblado control social, político, económico y cultural, con mayorías legislativas obtenidas con procesos electorales turbios. El resultado repartido del 88 % para el ADN y RC5 solo puede ser producto concertado con el CNE de bolsillo. Estas mayorías son sumisas al máximo al poder de turno. Los proclamados dejan de representar los anhelos del pueblo.
La legislación que se está aprobando de manera acrítica busca profundizar al máximo el control social unipersonal de Daniel Noboa; por eso no se ha derogado ninguna ley fundamental del correísmo y, encima de ello, se aprueban cuerpos jurídicos mucho más concentradores del poder. Se refuerza el dominio y represión social.
Toda la capacidad de decisión del país, a todo nivel, queda en manos del Ejecutivo. Miren el contenido de las leyes. Están construyendo una dictadura sin límites ni contrapesos. La Asamblea es un simple apéndice, con voto de obediencia, a quienes gobiernan desde la sombra y el entorno presidencial.
¿Dónde está la fiscalización legislativa? ¿Por qué no averiguan dónde reposan las termoeléctricas estatales que podían generar 3.000 megavatios de potencia, y de las cuales se obtuvo solo 720 en el 2024? Los técnicos de CNEL advirtieron que con 80 millones se podían habilitar las termoeléctricas. ¿Por qué no averiguan en qué se utilizaron USD 497 millones de CNEL y 1.904 millones de Petroecuador que, como se ha denunciado, salieron de la reserva monetaria a inicios del 2024? ¿Es verdad que se destinó al pago de deuda externa en vez de atender urgencias de los sectores eléctricos y de petróleo?
En Colombia y Perú hubo clima idéntico a la sequía que nos agobió el año pasado. Pero los “oportunos” apagones cayeron como anillo al dedo del poder omnímodo para contratar en forma irregular la barcaza turca en 130 millones de dólares. ¿Cómo compraban con cientos de millones de dólares de anticipos con Progen y Austral las termoeléctricas que ya debían funcionar desde noviembre del año pasado? Las penumbras programadas fueron un pretexto oportuno para transferir los campos de gas.
Escándalos como el de un legislador que viola son graves, pero no debemos olvidar otros problemas muy serios y que ameritan fiscalizar con transparencia, y no encubrir.