Un extenso estudio publicado recientemente en la revista «Gastroenterology» por investigadores de diversas instituciones en Estados Unidos ha concluido que no existe una asociación significativa entre el consumo de frutos secos (como nueces, almendras y semillas) y un mayor riesgo de desarrollar diverticulitis. Los hallazgos, presentados el 5 de mayo de 2025, contradicen la creencia popular y algunas recomendaciones médicas previas que sugerían limitar o evitar estos alimentos en pacientes con o en riesgo de diverticulitis, debido a la preocupación de que pudieran alojarse en los divertículos y causar inflamación.
Consumo de frutos secos
Durante décadas, se ha aconsejado a las personas con diverticulosis o antecedentes de diverticulitis que eviten el consumo de alimentos pequeños y duros como los frutos secos, las semillas, el maíz y las palomitas de maíz. Esta recomendación se basaba principalmente en la teoría de que estas partículas podrían quedar atrapadas en los divertículos, pequeñas bolsas que se forman en la pared del colon, y provocar inflamación e infección (diverticulitis). Sin embargo, la evidencia científica que respaldaba esta recomendación era limitada y se basaba principalmente en observaciones clínicas y reportes de casos, más que en estudios rigurosos.
El nuevo estudio, de carácter observacional y prospectivo, analizó datos de una gran cohorte de profesionales de la salud a lo largo de varios años. Los investigadores recopilaron información detallada sobre sus dietas, incluyendo la frecuencia y cantidad de consumo de frutos secos. Posteriormente, analizaron la incidencia de diverticulitis en esta población, buscando posibles correlaciones entre los hábitos alimenticios y el desarrollo de la enfermedad.
Resultados clave del estudio
Los resultados del análisis no mostraron un aumento significativo en el riesgo de diverticulitis entre las personas que consumían frutos secos de manera regular, en comparación con aquellas que los consumían con poca frecuencia o nunca. De hecho, algunos análisis exploratorios sugirieron incluso una posible tendencia hacia un menor riesgo de diverticulitis en los consumidores habituales de frutos secos, aunque los investigadores enfatizan que se necesitan más estudios para confirmar esta observación.
Los investigadores señalan que la composición de los frutos secos, ricos en fibra, grasas saludables y antioxidantes, podría incluso tener efectos beneficiosos para la salud intestinal. La fibra, por ejemplo, contribuye a la regularidad intestinal y puede ayudar a prevenir la formación de divertículos. Además, los frutos secos no se fragmentan en partículas lo suficientemente pequeñas como para quedar atrapadas en los divertículos de manera significativa, según sugieren estudios previos sobre el tránsito intestinal.
Implicaciones para las recomendaciones dietéticas
Estos hallazgos tienen implicaciones importantes para las recomendaciones dietéticas dirigidas a personas con o en riesgo de diverticulitis. Los autores del estudio sugieren que la restricción rutinaria de frutos secos podría no ser necesaria e incluso podría privar a los pacientes de los beneficios nutricionales que estos alimentos aportan. No obstante, recalcan la importancia de individualizar las recomendaciones dietéticas y de que los pacientes consulten con sus médicos o dietistas para recibir orientación personalizada.
Es fundamental destacar que este estudio es de naturaleza observacional, lo que significa que no puede establecer una relación de causa y efecto directa. Aunque se controlaron varios factores de confusión, no se puede descartar por completo la influencia de otros hábitos de vida o factores de salud. Por lo tanto, los investigadores recomiendan que se realicen estudios clínicos controlados aleatorios para confirmar estos hallazgos y comprender mejor el papel de la dieta en la prevención y el manejo de la diverticulitis.
Próximos pasos en la investigación
Las futuras investigaciones podrían centrarse en analizar los efectos de diferentes tipos de frutos secos y la cantidad de consumo en el riesgo de diverticulitis. También sería interesante investigar los mecanismos biológicos a través de los cuales los frutos secos podrían influir en la salud del colon y el desarrollo de esta enfermedad. Además, se necesita más investigación para comprender mejor el papel de otros alimentos previamente restringidos, como las semillas y el maíz, en el contexto de la diverticulitis.
En conclusión, este reciente estudio aporta evidencia sólida que desafía la tradicional recomendación de evitar los frutos secos en la dieta de personas con diverticulitis. Los hallazgos sugieren que estos alimentos pueden ser seguros e incluso beneficiosos, lo que podría llevar a una revisión de las guías dietéticas actuales. Sin embargo, se subraya la importancia de la consulta médica individualizada y la necesidad de más investigación para confirmar estos resultados y comprender completamente la relación entre la dieta y la diverticulitis.