El presidente Daniel Noboa designó a Emilia María Reece Holguín, hija de la exasambleísta Marcela Holguín, como su delegada en la empresa pública Ferrocarriles del Ecuador. La designación se realizó mediante el Decreto Ejecutivo número 72.
Reece reemplaza en el cargo a Silvana Ramírez, quien ocupaba el puesto desde junio de 2024. La empresa pública se encuentra en un proceso de liquidación.
El proceso de liquidación de Ferrocarriles
Ferrocarriles del Ecuador, una empresa emblemática del país, enfrenta su disolución. El proceso de liquidación se inició el 19 de mayo de 2020. Esto ocurrió durante el gobierno de Lenín Moreno. Desde entonces, el proceso ha tenido varias prórrogas. La más reciente fue emitida por el presidente Noboa. El plazo final se amplió hasta el 31 de diciembre de 2025.
La misión de la delegada es crucial en esta etapa. El Ministerio de Transporte y Obras Públicas debe facilitar el proceso. El decreto de Noboa instruye la transferencia de activos y pasivos de la empresa. La liquidadora, ahora Reece, se encargará de formalizar la desaparición de la entidad. Esto incluye cerrar registros públicos y el Registro Único de Contribuyentes.
Contexto político y profesional de la designada
Emilia María Reece Holguín es abogada de profesión. Ella tiene experiencia en el sector público. Ha ocupado cargos en la Presidencia de la República. También participó en la dirigencia del movimiento oficialista ADN. Su madre, Marcela Holguín, fue asambleísta del movimiento Revolución Ciudadana. Recientemente, Holguín dejó el correísmo para asumir la gerencia de Medios Públicos.
Este nombramiento llega en un momento de reconfiguración política. La designación de familiares de figuras políticas es un tema recurrente. La nueva delegada tiene la responsabilidad de manejar una fase compleja. El futuro de los bienes y la infraestructura de Ferrocarriles del Ecuador depende de este proceso.
Las implicaciones del cierre
El cierre de Ferrocarriles del Ecuador tiene varias implicaciones. La empresa fue un símbolo de la recuperación del turismo. Durante años, sus operaciones dinamizaron varias zonas rurales. Ahora, el proceso de liquidación busca garantizar un cierre ordenado.
La nueva delegada supervisará la transferencia de los bienes restantes. También se encargará de todos los registros necesarios. Este proceso es fundamental para el patrimonio del Estado ecuatoriano. La correcta gestión de la liquidación es clave.
El plazo hasta diciembre de 2025 marca una cuenta regresiva. La labor de Reece será para cumplir con la ley. El objetivo es un cierre transparente y eficiente de la entidad.