El Banco Central del Ecuador (BCE) prevé un crecimiento del 3,8% de la economía ecuatoriana, esta entidad pública se basa en indicadores que muestran una recuperación constante. A decir del Banco Central del Ecuador, se prevé que el consumo de los hogares aumente en un 6,4%, una cifra que refleja un retorno de la confianza del consumidor.
Paralelamente, el sector exportador sigue siendo un pilar fundamental de la economía, con proyecciones de crecimiento del 4,1% en sus exportaciones totales. Los productos no petroleros, en particular, han tenido un rendimiento destacado, con el camarón, el cacao, el banano y los minerales alcanzando volúmenes de exportación significativos en la primera mitad del año.
La inversión privada, medida a través de la Formación Bruta de Capital Fijo (FBKF), también se espera que crezca en un 4,4%, lo que sugiere un entorno más favorable para el capital y la expansión empresarial. Los sectores que lideran este crecimiento son la agricultura y ganadería, con una proyección del 13%, seguidos por la manufactura de alimentos (8,1%) y el comercio (4,7%). Estos datos apuntan a una economía que, si bien enfrenta retos, muestra una capacidad de recuperación en sectores clave.
El contexto financiero y el peso de la inflación en Ecuador
Un factor que ha captado la atención de los mercados es la notable reducción del Riesgo País. El pasado 15 de septiembre de 2025, el indicador se ubicó en 672 puntos, su nivel más bajo en años. Esta disminución, atribuida por analistas a una mejor percepción de la gestión económica y a reformas fiscales implementadas, podría facilitar el acceso a financiamiento internacional a tasas más competitivas, atrayendo así nuevas inversiones al país.
Sin embargo, a nivel interno, la inflación se mantiene como una preocupación constante. Si bien la tasa anual se ha mantenido en un modesto 0,88% hasta agosto de 2025, la variación mensual de 0,31% es un recordatorio de las presiones de precios en curso. Este aumento se ha visto influenciado por varios factores, incluyendo las recientes reformas de subsidios.
Ecuador y la sostenibilidad fiscal
La eliminación del subsidio al diésel ha sido uno de los catalizadores de este fenómeno. Aunque es una medida orientada a la sostenibilidad fiscal y la reducción del riesgo país, podría generar un alza en los costos operativos del transporte, lo que se podría trasladar al precio de los bienes de consumo. Los transportistas han manifestado el impacto en sus costos, y este efecto se ha sentido directamente en la cadena de distribución.
En la vida diaria, el encarecimiento del transporte impacta directamente en los precios de los alimentos, que dependen de una logística eficiente para llegar a los mercados. Los hogares de menor ingreso son los más afectados por esta situación. Además, los servicios en el sector de las comunicaciones, afectados por ajustes fiscales como el IVA, también han visto un incremento en sus tarifas, añadiendo una presión adicional al gasto familiar.
Crecimiento económico
El panorama económico de Ecuador en 2025 presenta un contraste de cifras. Mientras los indicadores macroeconómicos de crecimiento y riesgo país sugieren una mejora, la inflación se mantiene como un desafío palpable que afecta el poder adquisitivo de los ciudadanos. La capacidad del gobierno para gestionar estas presiones será clave para que el crecimiento económico se traduzca en una mejora real de las condiciones de vida de la población.