Charlie Kirk, activista ultraconservador de 31 años, fue despedido este domingo 21 de septiembre en una ceremonia celebrada en el State Farm Stadium de Glendale, Arizona. Al acto asistieron Donald Trump, miembros de su anterior Gobierno y figuras actuales como el vicepresidente JD Vance. El evento se desarrolló bajo estrictas medidas de seguridad, mientras el FBI investiga una nota dejada por Tyler Robinson, el autor confeso del crimen, donde expresa motivos personales y políticos que podrían haber motivado el asesinato.
Funeral de Estado no oficial, pero con asistencia de alto perfil
La ceremonia se llevó a cabo con más de 30.000 asistentes, entre simpatizantes, autoridades y medios de comunicación. El expresidente Donald Trump, quien lideró el acto con un discurso de 20 minutos, elogió la figura de Kirk como “un defensor de la libertad de expresión” y criticó los esfuerzos “por silenciar voces conservadoras”.
También participaron la viuda del activista, Erika Kirk, recientemente nombrada directora ejecutiva de Turning Point USA, y otros dirigentes del movimiento conservador estudiantil. La seguridad estuvo a cargo de personal federal, estatal y local, en un despliegue coordinado con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Mientras tanto, el vicepresidente estadounidense JD Vance asistió a título personal. Aunque no ofreció declaraciones, su presencia significó un respaldo simbólico a la causa conservadora que Kirk impulsó.
La investigación del FBI: una nota clave
El FBI confirmó este domingo que se encuentra analizando una nota manuscrita hallada en el domicilio del autor confeso del asesinato, Tyler Robinson, de 23 años. La carta, que se ha filtrado en medios locales, contiene una declaración directa. “Tengo la oportunidad de eliminar a Charlie Kirk y la voy a aprovechar”.
Las autoridades investigan cuánto influyó la relación personal que Robinson mantenía con una joven transgénero en la decisión de atacar a Kirk, conocido por sus posturas críticas hacia la comunidad LGBTQ+. Según fuentes cercanas al caso, Robinson habría sentido que Kirk “representaba un obstáculo moral y social” para su vida personal.
La nota es sometida a análisis grafológico y psicológico, y formará parte del expediente que el Departamento de Justicia prepara para formalizar cargos de asesinato premeditado con agravantes de odio ideológico.
Charlie Kirk: figura del conservadurismo juvenil
Kirk fundó Turning Point USA a los 18 años, una organización sin fines de lucro centrada en promover principios conservadores en campus universitarios de todo el país. Su crecimiento fue rápido: en menos de una década, Turning Point sumó más de 2.500 capítulos estudiantiles y millones de seguidores en redes sociales.
Aunque polémico por sus discursos polarizantes y su alianza cercana con el trumpismo, Kirk consolidó su figura como una voz influyente en el conservadurismo moderno, sobre todo entre los votantes jóvenes. Su labor fue respaldada financieramente por grandes donantes republicanos, entre ellos los hermanos Koch y el empresario Robert Mercer.
En los últimos años, Kirk había intensificado su discurso contra lo que denominaba “cultura de la cancelación”. Con este promovía eventos y publicaciones que denunciaban supuestas restricciones a la libertad de expresión en espacios académicos.
Seguridad, tensiones y protestas
Durante la ceremonia, se registraron dos manifestaciones paralelas en las inmediaciones del estadio. Una convocada por grupos conservadores que exigían “justicia política” y otra, más reducida, de activistas que cuestionaban el legado de Kirk. Estos últimos denunciaban la retórica de odio de algunas de sus intervenciones públicas.
El Departamento de Policía de Glendale reportó al menos 5 arrestos menores, relacionados con altercados entre asistentes y opositores. No se registraron heridos ni incidentes mayores.
En tanto, la Casa Blanca no emitió comunicado oficial sobre el funeral, aunque funcionarios del Departamento de Justicia señalaron que “se continuará con una investigación exhaustiva, sin interferencias políticas”.