El Ministerio de Ambiente realiza varias acciones para la reapertura de las playas: Las Palmas, Camarones y Las Piedras en la provincia de Esmeraldas tras el grave derrame de petróleo ocurrido el pasado 13 de marzo.
El incidente ha provocado una emergencia ambiental afectando a miles de personas y contaminando ríos, playas y suelos.
El incidente ocurrió cuando un deslizamiento de tierra, provocado por fuertes lluvias, rompió una sección del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) en el sector de El Vergel, cantón Quinindé lo que causó el derrame del crudo.
Las consecuencias del derrame de petróleo
Este jueves 20 de marzo, la ministra de ambiente (encargada) María Cristina Recalde y el alcalde de Esmeraldas Vicko Villacis recorrieron la playa “Las Palmas”, a fin de coordinar acciones para su reapertura.
Además, técnicos del Ministerio de Ambiente recorrieron varias zonas como la playa Pëñas Blancas, a fin de definir puntos estratégicos para la toma de muestras, como parte del monitoreo ambiental que se ejecuta tras el derrame. Estuvo también Joffre Quinteros, alcalde de Río Verde.
El derrame ha contaminado varios afluentes, incluyendo los ríos Cable y Viche, y ha alcanzado el río Esmeraldas, afectando gravemente la calidad del agua.
Se estima que la capa de petróleo en algunos ríos alcanza entre 40 y 50 centímetros de espesor. Aproximadamente 3.150 personas se han visto directamente afectadas por el derrame, según cifras oficiales.
Suspensión de agua por contaminación
La contaminación por el derrame de petróleo ha obligado a suspender el suministro de agua potable en los cantones de Quinindé, Esmeraldas y Río Verde.
Se ha confirmado la muerte de fauna acuática en los ríos afectados. Expertos como el biólogo Eduardo Rebolledo, indican que este derrame es el peor de los últimos años, superando incluso incidentes anteriores.
Petroecuador, la empresa estatal responsable del oleoducto, ha activado protocolos de emergencia para contener y limpiar el derrame.
Las autoridades locales y nacionales están trabajando en la evaluación de los daños y en la implementación de medidas de mitigación.
Se investiga un posible sabotaje, según las declaraciones de la ministra de Energía, Inés Manzano.
Preocupación y Futuro.
Existe una gran preocupación por el impacto a largo plazo del derrame en el ecosistema y en la salud de las comunidades locales.
Wendy Delgado