Más de 200 reclusos escaparon de la prisión de Malir, en Karachi, Pakistán, tras un sismo leve que llevó a su evacuación temporal, informó la policía local. Al menos un prisionero murió en un tiroteo posterior, cuando un grupo de reclusos atacó a los guardias, se apoderó de sus armas y huyó. La fuga ocurrió en la capital de la provincia de Sindh, tras temblores de magnitud entre 2,6 y 3,4 registrados en las últimas 24 horas.
Kashif Abbasi, alto funcionario de la policía de Karachi, confirmó que 216 reclusos huyeron de la prisión antes del amanecer. De ellos, 78 han sido recapturados en operativos que incluyeron redadas en áreas residenciales cercanas. Abbasi aclaró que ninguno de los prófugos estaba condenado o acusado de actividades relacionadas con milicias. Se informó que la mayoría enfrentaba cargos por delitos menores.
Reclusos atacaron a los guardias en Pakistán
En el enfrentamiento posterior a la fuga, un recluso perdió la vida y tres guardias resultaron heridos. Sin embargo, las autoridades aseguraron que la situación está bajo control. Ziaul Hassan, ministro del Interior de Sindh, explicó que la fuga ocurrió después de que los prisioneros fueran evacuados de sus celdas. Esa acción se llevó a cabo como medida de seguridad durante los temblores registrados el lunes 2 de junio.
Mientras permanecían fuera, un grupo de reclusos atacó repentinamente a los guardias, arrebató sus armas y abrió fuego, facilitando la huida masiva. El superintendente de la prisión, Arshad Shah, indicó que los fugitivos se dirigieron hacia una zona residencial próxima. Aquello llevó a la policía a usar altavoces de mezquitas para alertar a los residentes y solicitar ayuda en la captura.
Murad Ali Shah, ministro jefe de Sindh, calificó la fuga como “alarmante” y anunció el despido del jefe de la prisión, Nazir Ahmad, y otros dos funcionarios. En comentarios televisados, Shah instó a los prófugos a entregarse voluntariamente, advirtiendo que enfrentarán cargos por terrorismo si son capturados por la Policía. Hasta el momento, las autoridades continúan las operaciones para localizar a los 135 reclusos que permanecen prófugos.
Vulnerabilidad en protocolos de evacuación
La fuga de Malir es una de las mayores en la historia reciente de Pakistán, donde las evasiones penitenciarias son poco comunes. Desde el ataque de los talibanes paquistaníes en 2013, que liberó a más de 200 presos en Dera Ismail Khan, las autoridades han reforzado la seguridad en las cárceles. Sin embargo, este incidente expone vulnerabilidades en los protocolos de evacuación durante emergencias.
Karachi, una de las ciudades más pobladas de Pakistán, ha registrado temblores leves en las últimas 24 horas, lo que generó preocupación por la seguridad de infraestructuras críticas como las prisiones. La policía y los Rangers han sellado carreteras, incluida la Autopista Nacional, para evitar más fugas. Este evento pone en evidencia los desafíos de las instituciones penitenciarias paquistaníes.