El mercado inmobiliario en Manta ha experimentado un giro significativo en los últimos años, con los compradores nacionales tomando la delantera a los extranjeros. La inseguridad ha sido un factor determinante que ha frenado la llegada de inversionistas foráneos, quienes antes veían en la ciudad un paraíso para el retiro.
Este cambio ha abierto la puerta a una nueva ola de compradores ecuatorianos, tanto residentes como migrantes, que aprovechan la situación para invertir. Ámbar Quijije, una agente inmobiliaria con más de seis años de experiencia en la zona, afirma que la proporción de compradores extranjeros ha disminuido: hace unos años, de cada 10 clientes, 8 eran extranjeros; hoy esa proporción se ha invertido, siendo los ecuatorianos los principales interesados.
Las razones de llegar a Manta
Durante mucho tiempo, la ciudad costera fue un imán para jubilados estadounidenses y canadienses, que buscaban una mejor calidad de vida con un costo más bajo. Estos inversionistas eran atraídos por el clima favorable, los servicios médicos asequibles y un estilo de vida más relajado. A menudo, sus decisiones de compra no eran por lujo, sino por necesidad, ya que sus pensiones rendían más en Ecuador que en sus países de origen.
Sin embargo, la percepción internacional sobre la seguridad en el país ha generado un cambio en el panorama. No es un problema económico, es el tema de la seguridad. Hay extranjeros ya no se sienten seguros para planificar su retiro en Manta, optando por destinos alternativos.
El resurgimiento del comprador ecuatoriano
Este nuevo escenario ha catapultado al inversionista ecuatoriano al centro del mercado. Quijije explica que son los ecuatorianos —especialmente aquellos que residen en el extranjero— quienes están aprovechando las oportunidades.
“Hoy son los ecuatorianos quienes lideran las compras. Conocen su país, entienden que los ciclos de crisis no son eternos y aprovechan para invertir mientras los precios están bajos”, comenta la agente. La incertidumbre ha llevado a muchos vendedores a reducir los precios de sus propiedades, creando un mercado favorable para aquellos con la confianza y el capital para invertir a largo plazo.
Por otra parte, los vendedores actuales son principalmente ecuatorianos, aunque también se observa un éxodo de extranjeros que han decidido regresar a sus países de origen o reducir sus propiedades. Muchos de ellos, que vivían en zonas más apartadas como Puerto López, están optando por mudarse a áreas más céntricas de Manta para tener mayor acceso a servicios médicos y comercios.
En este contexto, el mercado se ha vuelto más competitivo, con la llegada de nuevas agencias y agentes, aunque muchos no logran mantenerse debido a la naturaleza de un negocio que requiere paciencia. “Hay que trabajar mucho y tener paciencia. Un cliente puede tardar hasta un año en tomar una decisión”, comenta Quijije, haciendo hincapié en el largo proceso de venta.
Manta conserva su atractivo a pesar de los desafíos
A pesar de estos desafíos, Manta sigue siendo considerada un lugar atractivo para la inversión inmobiliaria. “Manta es una joya que aún necesita ser pulida”, asegura Quijije. Con su ubicación estratégica, su clima y un mercado con potencial de crecimiento, grandes marcas a nivel nacional ya han adquirido terrenos en reserva para futuros proyectos.
No obstante, la falta de una promoción turística y de inversión internacional del Ecuador sigue siendo un obstáculo. Quijije lamenta que mientras países como Costa Rica y República Dominicana se promocionan activamente. Ecuador solo es reconocido internacionalmente por las Islas Galápagos, lo que limita la atracción de nuevos compradores extranjeros.
Los compradores frente al mar
En cuanto a las preferencias de los compradores, los extranjeros que aún invierten siguen optando por departamentos frente al mar. Este tipo de propiedad es ideal para ellos por su bajo mantenimiento y la seguridad que ofrece.
Quijije detalla que las propiedades disponibles en este segmento varían considerablemente en precios. Hay rangos que van desde los $100.000 hasta los $800.000, dirigidas a un mercado medio-alto y alto. La tendencia de los extranjeros a preferir departamentos en lugar de casas se debe a la practicidad, especialmente para quienes viajan con frecuencia. La seguridad y la facilidad de gestión de un departamento son factores clave en su decisión de compra.