El 25 de abril de 2025, en Francisco de Orellana, Ecuador, condenaron a Paki Oswaldo J. A., a 22 años de prisión por el asesinato de un hombre. A la víctima de 44 años, lo hallaron sin vida con múltiples puñaladas la madrugada del 20 de marzo de 2024.
Horas antes, según testigos, la víctima había sido vista compartiendo cervezas en el sector. Esto marcó el inicio de una investigación que culminó con la sentencia de Paki Oswaldo J. A., de 33 años, como autor del crimen. La Fiscalía presentó pruebas durante la audiencia de juicio por asesinato, celebrada ante el Tribunal de Garantías Penales de Orellana. Entre las evidencias, destacó el testimonio de la dueña de una licorería.
Ella afirmó que la noche del 19 de marzo de 2024, tanto la víctima como el acusado intentaron comprar cerveza, pero se les negó la venta debido al horario. Este relato clave para situar a Paki Oswaldo J. A., como la última persona vista con el fallecido. Otros vecinos del sector corroboraron esta versión, desmontando la coartada de la defensa que alegaba que el acusado había pasado la noche en el malecón con su pareja. De allí la sentencia por asesinato.
Pruebas del asesinato
El Fiscal del caso también presentó el informe de inspección ocular técnica y el acta de levantamiento del cadáver, elaborada por los agentes investigadores, que confirmaron la violencia del ataque. Las pruebas presentadas por la Fiscalía fueron determinantes para el fallo. Además de los testimonios, el informe pericial detalló las heridas de la víctima de asesinato. Estas evidenciaron un ataque con saña.
El análisis de la escena del crimen, respaldado por la inspección ocular técnica, permitió reconstruir los hechos ocurridos esa madrugada. Estos señalaron a Paki Oswaldo J. A., como el responsable directo del asesinato. El Tribunal de Garantías Penales de Orellana dictó una sentencia de 22 años de prisión para el acusado. Esto conforme al artículo 140 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que tipifica el delito de asesinato con agravantes.
Pago de 200 mil dólares
Como parte del fallo, se ordenó el pago de 20.000 dólares como reparación integral para la familia de la víctima de asesinato. Además de una multa de 800 salarios básicos unificados (equivalentes a 368.000 dólares, tomando el salario básico de 2025 de 460 dólares), destinada a la administración de justicia.
La sentencia fue recibida con alivio por los familiares de la víctima, aunque no se divulgaron sus identidades para proteger su privacidad.
Francisco de Orellana, conocida como El Coca, es una ciudad amazónica que enfrenta crecientes índices de violencia. En parte debido a su ubicación estratégica cerca de rutas de narcotráfico y actividades extractivas. Según datos del Ministerio del Interior, en 2024, la provincia de Orellana registró 152 muertes violentas, un 15% más que en 2023, con un aumento notable de delitos como asesinatos y robos agravados. (27)