Los 133 cardenales electores reunidos en la Capilla Sixtina han elegido al nuevo Papa en un cónclave que, con solo cuatro votaciones, se convierte en uno de los más rápidos de la historia reciente de la iglesia Católica.
La fumata blanca, que anunció la decisión, marcó el fin de un proceso iniciado el 7 de mayo tras el fallecimiento del papa Francisco el 21 de abril. Este cónclave, el más internacional hasta la fecha, responde a la necesidad de designar al 267º Sumo Pontífice para liderar a 1.400 millones de católicos.
El nuevo Papa, cuya identidad será revelada al aparecer en el balcón de la Basílica de San Pedro, sucede a Francisco, cuyo pontificado se destacó por reformas progresistas y un enfoque en la justicia social.
La rapidez del cónclave, igualando las cuatro votaciones de 2005 que eligieron a Benedicto XVI, sugiere un consenso significativo entre los cardenales, 108 de 133 fueron nombrados por Francisco.
Un proceso marcado por la tradición y la urgencia
El cónclave de 2025 comenzó con la misa pro eligendo Pontifice oficida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, en la Basílica de San Pedro. A las 16:30 del 7 de mayo, los cardenales ingresaron a la Capilla Sixtina, donde juraron secreto y se aislaron del mundo exterior. La primera votación del miércoles arrojó fumata negra, al igual que las dos de la mañana del jueves, señalando la falta de acuerdo inicial.
La elección en la cuarta votación, en la tarde del jueves, sorprendió por su celeridad. Según la normativa vaticana, un candidato debe obtener dos tercios de los votos, es decir, 89 de los 133 sufragios. La rapidez sugiere que un candidato logró un respaldo amplio.
Contexto y expectativas globales
El cónclave de 2025 destacó por su diversidad, con cardenales de más de 90 países, incluyendo regiones como Mongolia y Tonga. Entre los nombres papables estaban el cardenal italiano Pietro Parolin,Vaticano conocido por su diplomacia, el filipino Luis Antonio Tagle, carismático y pastoral, y el congoleño Fridolin Ambongo, defensor de los derechos humanos. Sin embargo, la historia demuestra que los cónclaves son impredecibles, y el elegido podría ser una figura menos destacada.
La Plaza de San Pedro acogió a unas 11.000 personas , quienes esperaron la fumata bajo un amplio dispositivo de seguridad. Vatican News retransmitió en vivo la chimenea de la Capilla Sixtina, captando la atención de decenas de miles en su canal de YouTube.
Desafíos del nuevo pontificado
El nuevo Papa enfrentará retos como la polarización dentro de la Iglesia y el manejo de escándalos de abusos sexuales. La elección rápida podría interpretarse como un deseo de los cardenales de proyectar estabilidad tras un pontificado de “luces y sombras”.
El cónclave, que combina tradición milenaria con un hermetismo estricto, reafirma la singularidad de la Iglesia Católica en el escenario global.
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