El Tribunal de Garantías Penales de Imbabura sentenció a 26 años de prisión a los hermanos Fawer Rigoberto N., y Cristian Alexander N., por el asesinato de un joven de 22 años en Urcuquí. El crimen, ocurrido el 11 de agosto de 2024, fue una emboscada planificada, según la Fiscalía.
La madrugada del 11 de agosto de 2024, un joven de 22 años caminaba hacia su domicilio en el cantón Urcuquí, provincia de Imbabura, tras asistir a una fiesta popular. En un acto premeditado, los hermanos Fawer Rigoberto N. y Cristian Alexander N., lo emboscaron y lo agredieron brutalmente hasta causarle la muerte.
El cuerpo de la víctima fue hallado con signos de violencia extrema, conmocionando a la tranquila localidad.
Investigación de la Fiscalía
La Fiscalía, tras una exhaustiva investigación, presentó pruebas contundentes ante el Tribunal de Garantías Penales que vicula a los hermanos. La autopsia médico-legal reveló que la causa de muerte fue una fractura de cráneo que provocó una laceración cerebral, hemorragia subaracnoidea postraumática y traumatismo craneoencefálico.
Este informe confirmó la ferocidad del ataque de los hermanos, que dejó a la víctima sin posibilidad de defensa. Entre las pruebas clave, la Fiscalía incluyó testimonios de peritas en entorno social y psicología. Ellos determinaron que los agresores, vinculados a un grupo delincuencial local, habían amenazado previamente a la víctima.
Las expertas también señalaron que los hermanos presentaban rasgos de personalidad antisocial, lo que reforzó la tesis de un crimen deliberado. Además, un informe pericial de audio y video extraído de los celulares de los acusados demostró que planificaron el asesinato con antelación, con el objetivo explícito de acabar con la vida del joven.
Evidencias y testimonios
Testigos presenciales, cuya identidad se mantuvo reservada por seguridad, identificaron a los hermanos como los agresores. También describieron cómo sometieron a la víctima hasta dejarla sin vida. Estos relatos fueron corroborados por agentes de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (DINASED) de Imbabura, quienes recolectaron indicios en la escena del crimen y reconstruyeron los hechos.
La investigación reveló que el grupo delincuencial al que pertenecían los hermanos sentenciados mantenía atemorizados a los jóvenes de Urcuquí. Esto generaba un clima de inseguridad en el cantón. La Fiscalía destacó que el caso protege el derecho a la vida y busca desarticular redes criminales en la zona.
El Tribunal, tras valorar las pruebas, dictó el 1 de agosto de 2025 una sentencia de 26 años de prisión para cada uno de los hermanos, una de las penas más altas impuestas en Imbabura por homicidio en 2025. Además, se impuso una reparación integral a la familia de la víctima, aunque el monto no fue especificado públicamente.