Para reducir el riesgo de contagio de tuberculosis en el sistema penitenciario, autoridades de Ecuador trasladaron a 401 personas privadas de libertad diagnosticadas con esta enfermedad a un centro mejor equipado. La acción se llevó a cabo en la provincia del Guayas, con el apoyo de varias instituciones del Estado.
El operativo, que se realizó entre el 28 y el 31 de julio, consistió en mover a los reclusos desde el Centro de Privación de Libertad Guayas N.º 1 hasta el Centro de Rehabilitación Social Guayas N.º 4. Según explicó el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), el objetivo principal es ofrecer espacios adecuados para el tratamiento y evitar que la enfermedad se propague a otros internos.
La tuberculosis es una enfermedad bacteriana que afecta sobre todo a los pulmones y se transmite por el aire. Lo que convierte a las cárceles —por su alta densidad poblacional— en lugares especialmente vulnerables.
Un trabajo conjunto para atender a los pacientes
El SNAI detalló que el operativo contó con la participación del Ministerio de Salud Pública, la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. Este esfuerzo conjunto busca garantizar que los pacientes reciban seguimiento médico especializado, controles periódicos y medicación adecuada.
Además, forma parte de un plan integral de salud penitenciaria. Este contempla mejoras en infraestructura, capacitación del personal y acciones para disminuir riesgos sanitarios asociados al hacinamiento.
Condiciones que favorecen la transmisión de tuberculosis
Organismos de derechos humanos y expertos han advertido durante años sobre la sobrepoblación carcelaria en Ecuador, así como la falta de recursos médicos suficientes. Estos factores, sumados a la limitada ventilación en pabellones antiguos, crean un ambiente propicio para brotes de enfermedades como la tuberculosis.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el tratamiento adecuado permite curar la mayoría de casos de tuberculosis. Sin embargo, quiere constancia y acceso regular a los medicamentos.
Un paso para contener la crisis sanitaria carcelaria
Desde el SNAI subrayan que este traslado no resuelve todos los problemas del sistema penitenciario, pero representa un avance importante para proteger la salud de los reclusos y evitar la propagación de la tuberculosis.
Las autoridades insisten en que continuarán reforzando las medidas de prevención, diagnóstico y control. El objetivo es garantizar condiciones de vida más seguras y dignas para las personas privadas de libertad.
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