Un agente de la Policía de Bolivia murió este miércoles 11 de junio tras ser emboscado por manifestantes afines a Evo Morales en Llallagua, departamento de Potosí, mientras otro efectivo resultó gravemente herido. El ataque ocurrió durante un operativo para restablecer el orden frente a bloqueos carreteros promovidos por sectores “evistas”, que exigen la habilitación del exmandatario como candidato presidencial para las elecciones del 17 de agosto de 2025.
Un operativo que terminó en tragedia
“Producto de una cobarde y vil agresión un camarada perdió la vida y un capitán está con una herida que compromete el tronco superior”, declaró el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, visiblemente afectado. El anuncio lo hizo horas después del enfrentamiento que tuvo lugar en la conflictiva localidad minera de Llallagua, en el suroeste boliviano.
Los efectivos intentaban despejar vías bloqueadas por sectores radicales que respaldan a Evo Morales. Según Aguilera, los manifestantes utilizaron piedras, explosivos y armas de fuego, dejando claro que no se trató de un enfrentamiento sino de un ataque deliberado. “La Policía solo vino a restablecer el orden”, reiteró.
El hecho se da en medio de una ola de movilizaciones que ha escalado de forma violenta en varias regiones del país, principalmente en Potosí, Cochabamba, La Paz, Oruro y Santa Cruz.
Protestas de seguidores de Evo Morales
Las movilizaciones fueron convocadas por grupos afines a Evo Morales, tras su inhabilitación como candidato presidencial. Morales no logró registrar su postulación antes del plazo legal de mayo de 2025, debido a que no contaba con un partido político habilitado. Además, el Tribunal Constitucional estableció que un mandatario solo puede reelegirse una vez.
En respuesta, los “evistas” iniciaron bloqueos como forma de presión. La medida se ha tornado cada vez más violenta. Según el gobierno, hay al menos 27 puntos de bloqueo activos en todo el país. La Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) reportó un rápido aumento desde los 13 bloqueos iniciales.
Además de la tensión política, los bloqueos están provocando graves pérdidas económicas. El sector privado y el propio gobierno alertan sobre desabastecimiento de productos, incremento en precios y paralización de actividades productivas.
Evo Morales responde: “Intentan silenciarme”
Evo Morales ha rechazado las acusaciones que lo vinculan con la violencia. En una declaración reciente, afirmó: “Intentan silenciarme como si eso calmara el dolor de las madres que hacen fila por un litro de aceite o un kilo de arroz”.
Para Morales, lo que vive el país no es un problema personal, sino “una amenaza al pueblo que se organiza y levanta la voz”. Acusó al gobierno de Luis Arce de “pactar con la derecha” y de intentar excluirlo de la contienda.
El conflicto entre Morales y Arce, ambos del partido Movimiento al Socialismo (MAS), ha escalado desde 2021. En enero de 2025, Morales renunció al MAS, partido que fundó y lideró durante casi tres décadas.
Denuncias judiciales contra Evo Morales
El Ministerio de Justicia presentó la semana pasada una denuncia formal contra Morales por terrorismo, instigación a delinquir y otros ocho cargos más, a raíz de los bloqueos. Un presunto audio, difundido por un exaliado, lo implica directamente al ordenar el cierre de rutas para aislar La Paz.
El proceso judicial ocurre mientras se avecinan las elecciones generales del 17 de agosto. La legislación boliviana estipula que, si ningún candidato supera el 50% de los votos, o no logra una diferencia de 10% con respecto al segundo lugar, habrá una segunda vuelta el 19 de octubre.
Ese día, los bolivianos elegirán Presidente, Vicepresidente, 130 diputados y 36 senadores. El nuevo gobierno tomará posesión el 8 de noviembre de 2025.