Con carteles y banderas de Manta, moradores de Villamarina se concentraron para respaldar que su territorio pertenece a Manta, no a Jaramijó. Luzmila Intriago, residente desde hace 35 años, recuerda que el lugar era un campo cuando llegó.
Ecuador Villigua, presidente del barrio, explicó que la protesta surgió tras las declaraciones del alcalde de Jaramijó, Simetrio Calderón, hace quince días. Calderón reclama que Villamarina y el aeropuerto forman parte de su cantón.
Villigua enfatizó que la solución legal y técnica corresponde al municipio, pero los 1.500 habitantes de Villamarina, distribuidos en 23 calles y ocho avenidas, temen que las obras se paralicen por este lío. Por ello respaldan al Municipio de Manta.
Por otro lado, los residentes aseguraron que pagan sus predios en Manta, desde donde reciben infraestructura y servicios. Esta relación histórica con Manta refuerza su rechazo a integrarse a Jaramijó.
Alcaldesa responde mediante un video en sus redes
Asimismo, la alcaldesa de Manta, Marciana Valdivieso, respondió a Calderón mediante un video en redes sociales. “Con Jaramijó nos une más lo que compartimos que lo que nos divide”, afirmó, desestimando muros políticos.
En contraste, Calderón argumentó que los siete kilómetros cuadrados en disputa, incluyendo Villamarina y el aeropuerto, pertenecen a Jaramijó, según los límites establecidos cuando era parroquia, antes de su cantonización.
Municipio de Manta no ha recibido notificación formal; Villamarina respalda al cabildo
Sin embargo, Carlos Cárdenas, síndico de Manta, señaló que no han recibido notificación formal del reclamo. Una mesa técnica convocada el viernes pasado no se realizó por decisión de Calderón, en virtud de la inasistencia de la alcaldesa Marciana Valdivieso, pese a que ella envió a su delegado y el prefecto Leonardo Orlando hizo lo mismo.
Además, Cárdenas explicó que Manta considera que no existe conflicto. Jaramijó interpreta erróneamente los artículos 2 y 3 de la ley de su creación, que no transfieren automáticamente los límites parroquiales al cantón.
Por ejemplo, el artículo 2 define la jurisdicción administrativa de Jaramijó, mientras el artículo 3 delimita su territorio. Asumir que el primero transfiere los límites parroquiales, como sostiene Jaramijó, contradice la normativa legal.
Por otra parte, Manta argumenta que, de existir un conflicto, sería extemporáneo. La Ley para la Fijación de Límites Territoriales, publicada en 2013, dio dos años para resolver disputas, plazo que venció en 2015.
Asimismo, Jaramijó formalizó su reclamo ante el Consejo Provincial de Manabí el 30 de mayo. Este organismo, según el artículo 26 de la ley, tiene potestad para resolver conflictos entre cantones de la provincia.
No obstante, Cárdenas advirtió que admitir un conflicto extemporáneo afectaría la seguridad jurídica y la consolidación territorial vigente. Manta insiste en que la interpretación legal desmiente las pretensiones de Jaramijó.
En particular, los moradores de Villamarina, como Intriago, temen que la disputa frene el desarrollo del barrio. La comunidad reafirma su identidad manabita y su vínculo histórico con Manta.
Mientras el Consejo Provincial evalúa el caso, Manta defiende su territorio con argumentos legales y el apoyo ciudadano.