Esta mañana, la majestuosa Basílica de San Pedro, ubicada en Roma, se convirtió en el epicentro de un evento trascendental para la Iglesia Católica. El recinto sagrado acogió la solemne misa Pro eligendo Romano Pontifice, una celebración eucarística de profundo significado que marca el inicio formal del Cónclave. Esta celebración tiene como objetivo la elección del nuevo papa, que guiará a millones de fieles alrededor del planeta.

La emotiva liturgia eucarística, que congregó a figuras clave de la Iglesia Católica, estuvo presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, quien ostenta el cargo de Decano del Colegio Cardenalicio. Junto a él, los 133 cardenales electores participaron activamente en este momento de recogimiento espiritual. Asimismo, la Basílica de San Pedro abrió sus puertas a numerosos fieles y peregrinos, además de miembros destacados de la comunidad eclesial.

La misa Pro eligendo Romano Pontifice posee una honda significación dentro de la tradición católica. Durante la celebración, se invoca la guía del Espíritu Santo, con la esperanza de que ilumine el discernimiento de los cardenales electores en esta crucial decisión para el futuro de la Iglesia.

Unidad y oración universal por el nuevo papa

La misa, que estuvo abierta a la participación de todos los fieles presentes en la Basílica de San Pedro, reflejó de manera palpable la profunda comunión que une a la Iglesia universal. Creyentes de diversas partes del mundo se unieron en una misma súplica, elevando sus plegarias por la elección de un nuevo pastor que guíe con sabiduría y amor al rebaño de Cristo. En su sentida homilía, el cardenal Giovanni Battista Re enfatizó la crucial importancia de la unidad entre los miembros de la Iglesia y la necesidad de una auténtica caridad pastoral en el liderazgo venidero.

En su mensaje, el cardenal Re recordó las palabras del Evangelio que subrayan la misión del papa como servidor humilde de la Iglesia y del mundo entero. Sus reflexiones resonaron en los corazones de los presentes, creando un ambiente de introspección y compromiso con el proceso que recién comienza. La Basílica de San Pedro, engalanada con una sobriedad que realzaba su solemnidad, se impregnó de la belleza de los cánticos gregorianos.

Las sublimes melodías interpretadas por el renombrado Coro de la Capilla Sixtina contribuyeron a generar una atmósfera de profundo recogimiento espiritual. Los cardenales electores, ataviados con sus distintivos paramentos litúrgicos, participaron activamente en la concelebración de la Sagrada Eucaristía. Mientras tanto, los numerosos asistentes, provenientes de una diversidad de naciones y culturas, siguieron atentamente el desarrollo de la liturgia. Para facilitar su participación, contaron con libretos que incluían una imagen simbólica del Espíritu Santo.

El Cónclave se desarrollará en la Capilla Sixtina

Una vez concluida la misa Pro eligendo Romano Pontifice, los cardenales electores se preparan para dar un paso crucial en el proceso de selección del nuevo papa. En horas de la tarde, tienen previsto ingresar a la histórica Capilla Sixtina. Allí, dará comienzo formalmente el Cónclave, precedido por una procesión que partirá desde la Capilla Paulina. Durante este traslado, los cardenales entonarán el venerable himno Veni Creator Spiritus, una antigua plegaria que invoca la presencia y la sabiduría del Espíritu Santo.

Una vez dentro de la Capilla Sixtina, los purpurados llevarán a cabo un acto de profunda trascendencia: el juramento de secreto. Mediante esta promesa solemne, se comprometen a mantener la confidencialidad de las deliberaciones y votaciones que tendrán lugar en este espacio sagrado. Acto seguido, darán inicio a las votaciones propiamente dichas, en un ambiente caracterizado por el más absoluto silencio y la ferviente oración.

La crucial transmisión de la misa Pro eligendo Romano Pontifice, realizada por los equipos de Vatican News y Radio Vaticana en once idiomas diferentes, permitió que millones de personas en todo el planeta se unieran espiritualmente a este trascendental momento histórico. La Iglesia universal permanece unida en oración, manteniendo viva la esperanza y aguardando con expectación la aparición de la fumata blanca. Esta señal inequívoca anunciará al mundo la elección del 267 papa en la historia de la Iglesia Católica, un acto que fusiona de manera única la rica tradición, la profunda fe y la renovada esperanza de millones de creyentes.