Más de 1,1 millones de niños en la Franja de Gaza requieren apoyo psicosocial urgente y acceso a alimentos básicos, informó recientemente la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en medio de una intensificación de la ofensiva militar israelí que comenzó tras los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023.
Según datos proporcionados por UNICEF y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), los efectos del conflicto han afectado gravemente a la población infantil en Gaza. Las condiciones humanitarias se han deteriorado significativamente debido a las restricciones de entrada de ayuda humanitaria impuestas por el Gobierno de Israel.
De acuerdo con un portavoz de UNICEF, casi todos los niños en Gaza presentan síntomas de trauma o requieren atención en salud mental. La mayoría de ellos no ha asistido a la escuela en casi dos años. La falta de alimentos es uno de los problemas más graves. Tras 11 semanas de bloqueo alimentario durante este año, todos los menores de cinco años corren riesgo de sufrir desnutrición aguda, según reportes de la ONU.
Una niñez perdida entre ruinas
El caso de Rahma Abu Abed, de 12 años, ilustra el impacto cotidiano del conflicto en los niños gazatíes. Ella vive junto a su familia en un almacén de equipos de pesca convertido en refugio, en la costa sur de Gaza. Su hogar fue destruido por los bombardeos, y su alimentación se reduce a una comida al día, basada en lentejas o pasta.
En un intento de evadir la realidad, Rahma juega con sus amigos a recordar la vida antes de la guerra: “¿Qué comías antes?”, “¿Cómo era tu casa?”, preguntan. Las respuestas, sin embargo, no ofrecen consuelo, sino más bien confirman una pérdida definitiva.
Según imágenes satelitales y testimonios verificados, su casa ha sido arrasada, su ropa quedó enterrada bajo escombros y la playa que solía visitar ocasionalmente se ha convertido en su única residencia.
Más de 18.000 menores muertos
Datos de las autoridades sanitarias de Gaza indican que, desde el inicio de la ofensiva israelí, más de 18.000 menores de 18 años han muerto. Aunque estas cifras no distinguen entre civiles y combatientes, se estima que alrededor del 66 % eran menores de 13 años.
Una investigación independiente publicada por The New York Times reveló que el ejército israelí habría reducido las salvaguardias para proteger a civiles, incluidos niños, desde el inicio del conflicto. James Elder, portavoz de UNICEF, expresó: “Esta guerra se está librando como si la propia infancia no sucediera en Gaza”, al referirse a la alarmante transformación de la vida cotidiana de los niños palestinos.
Obstáculos a la ayuda humanitaria
Thameen Al-Kheetan, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, denunció que la ayuda humanitaria entra en cantidades insuficientes para evitar una hambruna generalizada. Señaló además que los desplazamientos forzados hacia zonas como Al-Mawasi, que carecen de infraestructura básica, agravan la crisis.
La ONU también informó que 1,35 millones de personas necesitan refugio, pero el acceso a materiales básicos para tiendas de campaña ha sido limitado debido a políticas de restricción israelí bajo argumentos de “uso dual”.
Jens Laerke, portavoz de OCHA, explicó que, pese a recientes anuncios de flexibilización por parte de Israel, los materiales para refugios aún no han sido autorizados para entrar en la Franja. Las tiendas existentes están desgastadas por el uso prolongado y la exposición constante al sol.
Una ayuda peligrosa de buscar
Recibir ayuda también implica un riesgo para los civiles. Desde el 27 de mayo de 2025, fecha en que comenzó la operación de distribución de alimentos respaldada por EE. UU. e Israel a través de la Fundación Humanitaria de Gaza, al menos 1.857 palestinos han muerto intentando acceder a la ayuda.
Al-Kheetan afirmó que 1.021 personas fueron asesinadas cerca de los puntos de distribución y otras 836 en rutas de suministro, siendo en su mayoría víctimas del Ejército israelí, según investigaciones preliminares de la ONU. Este escenario convierte la búsqueda de alimentos y refugio en una actividad mortal, especialmente para familias desplazadas que ya han perdido todo.
Riesgo de expansión militar
Las agencias humanitarias de la ONU expresaron su preocupación por la posible expansión de las operaciones militares israelíes en la ciudad de Gaza, lo que podría forzar nuevos desplazamientos hacia el sur de la Franja, una zona ya saturada y carente de servicios básicos.
Al-Kheetan advirtió sobre el “gran riesgo para civiles”, en particular para personas con discapacidad, niños y mujeres. “Existen riesgos de desplazamiento masivo, más asesinatos y más miseria de la que ya hemos visto”, concluyó. (10).