Keira Knightley, reconocida por su papel como Elizabeth Swann en la saga Piratas del Caribe, reveló en una entrevista con Vanity Fair los conflictos personales y profesionales que enfrentó durante el apogeo de la franquicia de Disney. A los 20 años, mientras era nominada al Óscar por Orgullo y prejuicio, la actriz británica lidiaba con duras críticas por su actuación en Piratas del Caribe: El cofre de la muerte. Además de acoso y una percepción pública negativa, en un contexto de intensa exposición mediática.
En la entrevista, realizada junto a Rosamund Pike por el 20 aniversario de Orgullo y prejuicio (2005), Knightley, ahora de 40 años, describió el éxito de Piratas del Caribe como un trampolín para su carrera, pero también como una fuente de profundo conflicto. “Fui vista como una m… por esas películas, y sin embargo, como les fue tan bien, me dieron la oportunidad de hacer los filmes por los que terminé siendo nominada al Óscar”, explicó a Vanity Fair. La nominación al Óscar a Mejor Actriz por su rol como Elizabeth Bennet la convirtió en la tercera mujer más joven en competir en esa categoría, un hito que contrastó con las críticas recibidas por su trabajo en la secuela de Piratas del Caribe en 2006.
“Recuerdo que Orgullo y prejuicio salió por esas fechas que Piratas 2. Obtuve las peores críticas de mi vida por esa, y luego ser nominada al Óscar al mismo tiempo fue, en mi cabeza de 20 años, bastante confuso”, confesó. La actriz destacó que los comentarios positivos por Orgullo y prejuicio, dirigida por Joe Wright, suavizaron una etapa difícil. “Si la gente se me acerca, generalmente es por ese papel”, señaló, subrayando la relevancia de la adaptación de Jane Austen en su carrera.
Una experiencia agridulce
Knightley participó en tres películas de Piratas del Caribe entre 2003 y 2007, una franquicia que recaudó miles de millones en taquilla, pero que también la expuso a una “atmósfera violenta y misógina”, según relató al LA Times en 2024. “Me decían ‘tú querías esto’”, recordó, describiendo el acoso y los agravios que sufrió. En una entrevista previa con The Times of London, la actriz calificó la experiencia como “agridulce”, afirmando: “Es gracioso cuando tienes algo que te forma y te destruye al mismo tiempo”.
Orlando Bloom, su coprotagonista en la saga, expresó empatía por los sentimientos de Knightley en una reciente entrevista con Entertainment Weekly. “Definitivamente entiendo qué es lo que quiere decir Keira, y ella hace cosas maravillosas en esas películas”, afirmó. Bloom también reflexionó sobre el fenómeno de la franquicia, describiéndolo como “único” y “vertiginoso”, aunque ahora lo siente como “casi otra vida”. “Siempre estaré agradecido”, añadió.
La saga la catapultó a la fama mundial
El éxito de Piratas del Caribe catapultó a Knightley a la fama mundial antes de los 21 años. Sin embargo, la actriz fue franca sobre el costo personal de esa exposición temprana. Las críticas negativas por su actuación en la saga contrastaron con el reconocimiento por proyectos como Orgullo y prejuicio. Esto le valió prestigio en la industria del cine. “Fueron las películas más exitosas en las que estaré jamás y fueron la razón por la que me derribaron públicamente. Ocupan un lugar muy confuso en mi cabeza”, dijo a The Times.
A lo largo de su carrera, Knightley ha diversificado sus roles en cintas como Expiación (2007) y Anna Karenina (2012). Esto la ha consolidado como una de las actrices más respetadas de su generación. Su reflexión sobre Piratas del Caribe destaca los desafíos de la fama juvenil en una industria exigente, especialmente para las mujeres. La actriz ha señalado en entrevistas previas que el apoyo de proyectos como Orgullo y prejuicio le permitió superar las críticas y continuar su trayectoria.