Navegar el sistema de salud y seguros en Estados Unidos puede parecer un laberinto para los migrantes. Pero no están solos: existen organizaciones y programas comunitarios que brindan guía, asesoría y recursos gratuitos para obtener coberturas adecuadas.
«Empoderamos a la comunidad latina a través de educación en salud, navegación de servicios y programas preventivos» destaca Latino Health Access, una organización comunitaria que ayuda en Estados unidos a los migrantes. Según la entidad, la falta de información y el miedo a ser deportados son las principales barreras para acceder a seguros médicos, de auto o vida.
Sin embargo, en varias ciudades de EE. UU., hay redes de apoyo que ayudan a los migrantes a entender sus opciones, llenar formularios y evitar errores que pueden costar caro.
¿Dónde acudir para recibir asesoría?
Estas son algunas organizaciones que ofrecen recursos y asesoría para migrantes hispanohablantes:
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Latino Health Access: brinda talleres, charlas y asesoría personalizada sobre salud y seguros.
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La Clínica del Pueblo (Washington, D.C.): ofrece servicios integrales para migrantes, sin importar estatus migratorio.
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Casa de Maryland: apoya con orientación legal y acceso a programas de salud pública.
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Navigators de Healthcare.gov: agentes certificados que ayudan a inscribirse en seguros médicos sin costo.
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Consulados de Ecuador en EE.UU.: algunos cuentan con atención psicológica, social y derivación a servicios locales.
Estas instituciones trabajan bajo principios de confidencialidad y ofrecen sus servicios en español, lo que disminuye las barreras lingüísticas.
No tener documentos no significa estar desprotegido
Además de seguros públicos como Medicaid (disponible en ciertos estados para menores o embarazadas), existen planes comunitarios, clínicas de bajo costo y subsidios que pueden aliviar el costo de las pólizas. Lo fundamental es buscar asesoría antes de firmar cualquier contrato o renunciar a una cobertura por temor o desconocimiento.
Muchos de estos programas están enfocados en educar a la comunidad migrante para que tome decisiones informadas y evite fraudes o coberturas inadecuadas. Incluso, se ofrecen cursos sobre cómo entender términos como “deducible”, “prima mensual” o “coaseguro”.
Para muchos migrantes ecuatorianos, enfrentarse al sistema de seguros en Estados Unidos es como descifrar un idioma desconocido. Silvia Guaranga, oriunda de Cotopaxi, cuenta que durante su primer año en Nueva Jersey no contrató ningún seguro médico porque pensaba que era opcional. Una caída en las escaleras y una fractura de brazo le costaron más de USD 8.000 en el hospital. Asegura que la falta de información y orientación confiable la dejó vulnerable. Como ella, decenas de ecuatorianos enfrentan diariamente decisiones críticas sobre seguros sin contar con asesoría en su idioma ni conocer los beneficios o riesgos de cada opción.
Acceder a un seguro adecuado puede marcar la diferencia entre la estabilidad y la ruina financiera, especialmente en caso de emergencias médicas o accidentes. Con el apoyo de estas organizaciones, los migrantes no solo protegen su salud y patrimonio, sino que ganan herramientas para integrarse de forma más segura a su nueva vida en Estados Unidos.